La sensualidad y los brillos se concentran en la pasarela

«Buenos días, señoras y señores, y bienvenidos al vuelo de Andrés Sardá». El clásico mensaje de despegue en inglés sonó ayer durante la pasarela de Mercedes-Benz Fashion Week Madrid justo antes de que comenzara el desfile de Andrés Sardá. La firma catalana recreó un viaje imaginario con un avión rumbo a un concurso de belleza. La pasarela se caldeó con una tripulación de azafatas uniformadas con aires pin up. Después, un batallón de misses lucieron trazos propios de sus lugares de origen como flores y estampados animales típicos de Brasil; rayas marineras propias de París y el toque oriental llegó de Japón. El diseñador venezolano Hannibal Laguna también presentó ayer su colección en el marco de la antigua pasarela Cibeles. Sus patrones tienen como protagonista la seda, que envuelve vestidos esculturales y satinados. Los diseños de Arnaud Maillard y Álvaro Castejón, diseñadores de Alvarno, que también colaboran con la firma francesa Azzaro, llamaron la atención por su gran dosis de efectos ópticos, inspirados en el trabajo del artista húngaro Victor Vasarely, impulsor del Op Art en los años 60.