LA NUEVA VIDA DE LA ESTRELLA

Johansson: «Ser madre es agotador»

La actriz asegura que hacer de niñera es «mágico y maravilloso»

Scarlett Johansson.

Scarlett Johansson.

EL PERIÓDICO / LOS ÁNGELES

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Scarlett Johansson no es una diva muy dada a aparecer en público para contar su vida privada, sus preocupaciones y anhelos. Pero la maternidad parece haber ablandado la coraza con la que se blinda ante los medios cuando tiene que hablar de sus cosas. Y lo ha hecho a lo grande, para el programa de Barbara Walters, toda una institución en Estados Unidos, con una audiencia y repercusión que va más allá del país norteamericano, como ha podido comprobarse poco después de que se filtrara la charla que ha mantenido con la veterana periodista (85 años). Con ella habla sobre su ser más querido, su hija Rose, cuyo nacimiento, el 4 de septiembre, comunicó días después de haber dado a luz. Dice que disfruta en su nuevo papel de mamá a tiempo completo aunque le agota.

La actriz, que tiene 30 años, confiesa que da el pecho a su pequeña, y que si ahora luce una figura envidiable apenas tres meses después de haber sido mamá es gracias a la lactancia. «Es la mejor manera de volver a ponerse en forma», asegura en la entrevista, que forma parte de un programa de la cadena ABC sobre las 10 personas más fascinantes del 2014, que se emitirá el lunes. Una de ellas, según la selección, es Johansson.

¿Es todo bonito en el hecho de ser madre? Sí, pero muy duro, según la musa de Woody Allen, que se casó con el periodista francés Romain Duriac, padre de la niña, en secreto un mes después de haber dado a luz y casi dos años después de haberse conocido. Johansson dice que disfruta de las responsabilidades que conlleva la crianza. «Lo hago todo. Soy la niñera y me encanta. Es maravilloso. Es muy, muy mágico. Y agotador», confiesa.

Pero a pesar del cansancio, está viviendo unos sentimientos más auténticos e intensos que nunca, nada que ver con cualquier otro papel que haya interpretado en su vida. «El amor es simplemente increíble. Es muy abrumador», describe.

Días atrás, la actriz había explicado a la revista alemana Gala alguna cosa más de su hija Rose. Por ejemplo, cómo huele. «Dulce, totalmente», precisó con una sonrisa de oreja a oreja. «No puedo describirlo, pero realmente me hace sentir eufórica».

Una sensación contradictoria con el sueño y la fatiga que conlleva estar cuidando una criatura tan pequeña. «Es agotador de la manera más maravillosa. Nunca pensé cuánto significaría para mí poder dormir toda la noche entera. Me falta experiencia. Ahora mismo estoy tratando de manejar la situación lo mejor que sé, pero me queda mucho por aprender», admite.