INTÉRPRETE REVELACIÓN

Rebecca Ferguson, una heroína de acción

La carrera de la actriz despega tras su papel de espía en 'Misión imposible'

Rebecca Ferguson, en una escena de 'Misión imposible: Nación secreta', donde comparte cartel con Tom Cruise e intrerpreta a una agente secreta.

Rebecca Ferguson, en una escena de 'Misión imposible: Nación secreta', donde comparte cartel con Tom Cruise e intrerpreta a una agente secreta.

MIREYA ROCA / BARCELONA

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«Estaba montada en un camello en pleno desierto, filmando una teleserie bíblica, cuando me dijeron que tenía que viajar a Londres a conocer a Tom Cruise. Y 17 horas después estaba allí conociéndole, para volver 12 horas más tarde a subirme a un camello y terminar el trabajo», contaba Rebecca Ferguson a People recientemente. Y es que esta actriz de 31 años aún no ha digerido haberse convertido en la gran revelación de Misión imposible: Nación secreta, donde interpreta a la agente del MI6 Lisa Faust, una especie de Arya Stark (el personaje de R. R. Martin) por el modo de moverse al matar a sus víctimas.

Gracias a su excelente preparación física, que le ha permitido prescindir de un doble a la hora de defenderse con y sin cuchillos, así como  saltar desde el tejado de la Ópera de Viena, se ha convertido en una gran promesa y Hollywood le ha abierto las puertas de par en par, a pesar de que ella en una entrevista ha asegurado que no sabe si está preparada para la fama ni «para dejarlo todo».

Pariente lejana de Sarah Ferguson (la exesposa del príncipe Andrés), Rebecca Ferguson  nació en Estocolmo, cuando su madre Rosemary se mudó a Suecia desde Inglaterra. A los 21 años hizo un pequeño papel en una modesta película de terror de Mikael Håfström: El fantasma del lago. En 1999, siendo una adolescente, se unió al elenco principal de la serie sueca Nya Tider, donde interpretó a Anna Gripenhielm hasta el 2000. Dos años después participó en la serie sueca-americana Ocean Ave y en el 2004 intervino en el filme de terror Drowing ghost.

Unos meses después se unió al elenco de la serie británica The White queen, dando vida a la reina Elizabeth Woodville, trabajo que la convirtió en una estrella en el Reino Unido.  Y el año pasado, en el 2014, el luchador y actor estadounidense Dwayne Johnson la eligió para encarnar a Ergenia, su madre en Hércules.

Algunos medios la han calificado como la nueva Lauren Bacall. Y han destacado incluso que en la première mundial de Misión imposible, celebrada en Viena, la intérprete sueca llegó a eclipsar al mismo Tom Cruise. Quizá no sea para tanto, pero lo que está claro es que su carrera ha despegado tras convertirse en una de las espías más espectaculares del celuloide.

EnN su inmediata agenda compartirá cartel con Meryl Streep y Hugh Grant en el filme de Stephen Frears Florence Foster Jenkins, sobre una dama de la alta sociedad neoyorquina que pese a su terrible voz y falta del sentido de la afinación se empeñó en ser cantante de ópera.

También tiene previsto participar en la adaptación cinematográfica de La chica del tren, el best-seller de Paula Hawkins. Junto a Emily Blunt (El diablo se viste de Prada), la artista se pondrá a las órdenes del director Tate Taylor (Criadas y señoras).

Además, se rumorea que Ferguson está en la lista final de aspirantes para interpretar a la novia de Gambit, el superhéroe de Marvel al que dará vida Channing Tatum. Su gran trabajo como espía no ha hecho más que sumar puntos para convertirla en una heroína de acción.

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