UNA LEYENDA DE LA MÚSICA POPULAR

Peret revela que tiene cáncer

El patriarca de la rumba catalana abandona la primera línea para recuperarse de la dolencia

Peret, en su Mataró natal, en septiembre del año pasado.

Peret, en su Mataró natal, en septiembre del año pasado.

IMMA FERNÁNDEZ
BARCELONA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

«Es preferible reír que llorar, así la vida se debe tomar». Lo cantaba Peret (nacido Pere Pubill Calaf hace 79 años en Mataró) y lo recordó ayer el propio rey de la rumba catalana al anunciar en un comunicado que padece un cáncer. «Aunque uno cree que los asuntos de la salud son privados, quisiera comunicar que hace unos días me han detectado un cáncer», se lee en la nota. Al autor de Una lágrima la enfermedad le ha vuelto a golpear -ya le apartó del público durante una década-, y él la afronta «con entereza y optimismo». «Sé por experiencia que así es como se debe enfrentar», añade el músico.

«Los médicos me aseguran que no tardaré mucho en subirme de nuevo a los escenarios, que es lo que más me gusta en el mundo», anuncia Peret, a quien la cruel adversidad le ha «sorprendido» justo cuando ultimaba el primer disco cantado íntegramente en catalán y acababa de registrar un nuevo trabajo en castellano. «Aunque por ahora no me vean en directo, en breve habrá nuevas canciones». El patriarca de la rumba despide su comunicado agradeciendo «el respeto y cariño» que siempre le han demostrado. «Espero que comprendan que estos días son exclusivamente para atender a los médicos y a mi recuperación».

Figura emblemática de la música popular, al cantante catalán se le presentaba una temporada llena de ilusiones y proyectos. Aparte de sus dos trabajos discográficos, fue elegido artista invitado para la próxima edición de la Fira Mediterrània de Manresa, que se celebrará del 9 al 12 de octubre.

TERRIBLE  SITUACIÓN / En la presentación del festival de cultura tradicional, en junio, Peret se mostró «muy feliz» de participar aunque  aprovechó, ante la presencia del conseller de Cultura, Ferran Mascarell, para denunciar la terrible situación que atraviesan los músicos de este país. «De cada 10 actuaciones que hago, seis son gratis y cuatro me pagan una miseria. La música atraviesa un mal momento», destacó, incidiendo en que la situación de la rumba catalana es todavía mucho más delicada. «La rumba catalana está enferma», lamentó el maestro, y acusó a la asociación Foment de la Rumba Catalana (Forcat) de «vender como rumba catalana grupos que hacen salsa». Recordó, eso sí, que el género ha traspasado fronteras y triunfa en la lejanía: en China, Japón o Miami.

El festival manresano se sumó ayer a las muchas muestras de solidaridad que el artista recibió e informó de que esperará la evolución del tratamiento que ha empezado para su recuperación para concretar si deriva en modificaciones del proyecto previsto para inaugurar la cita, el 9 de octubre. Se trata de Peret als barris, un trabajo intergeneracional que tiene como protagonistas a vecinos de los barrios de Manresa. Si Peret se recupera a tiempo, una coral de gente mayor y un grupo de percusión corporal, formado por niños de entre 6 y 12 años, interpretarán canciones del autor de Gitana hechicera, con la presencia del propio músico y de invitados especiales.

TRAYECTORIA INTERMITENTE / La intermitente trayectoria profesional del patriarca de la rumba empezó a los 12 años, cuando ganó un concurso infantil que presidía Eva Perón en el Tívoli. «Vestía pantalón corto, camisa con chorreras y la chaqueta flamenca del tío Vicente», rememoraba el protagonista en su biografía Peret, el alma de un pueblo.

Luego llegaron El borriquito y tantos éxitos que animaron las calles y plazas del país; su etapa como pastor de la Iglesia evangélica y el olímpico hit Barcelona es poderosa que le devolvió al camino artístico, del que tuvo que desviarse durante una década -hasta su regreso con un nuevo disco, Que levante el dedo, en el 2007- por la misma enfermedad que le ha vuelto a apartar ahora del adorado público.

«Lo poco que he aprendido -declaró Peret en una ocasión- lo he aprendido de los más necesitados, de los enfermos y de los pobres que están contentos aunque no tienen nada. Sufren pero están felices. Ellos te lo enseñan todo», sentenció el padre de la rumba.