Pamela Anderson, una sirena dorada en Marbella

La actriz canadiense se sumerge en las aguas malagueñas durante la inauguración de un nuevo 'beach club'

María Bravo y Pamela Anderson, el sábado, en aguas de Marbella.

María Bravo y Pamela Anderson, el sábado, en aguas de Marbella. / periodico

JULIA CAMACHO / SEVILLA

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Pamela Anderson ha llegado, se ha bañado y ha triunfado en Marbella. Enfundada en un ajustadísimo vestido dorado con transparencias, que han evidenciado su desapego por la ropa interior, la conocida actriz ha dejado claro que la playa es lo suyo, y no se ha resistido a darse un chapuzón al caer la noche durante el acto de inauguración del pasado sábado de un nuevo chiringuito de lujo en la ciudad malagueña, Playa Padre.

"¿Creéis que estoy en Malibú? ¡Estoy en Marbella!", ha comentado entre risas la 'vigilante de la playa' por excelencia, saliendo del agua cual sirena para satisfacción de los fotógrafos y los curiosos asistentes, sobre todo masculinos, que han inmortalizado los contoneos por la arena y los ajustes de melena que la hicieron famosa.

La actriz ha sido la estrella invitada a la apertura del nuevo' beach club' promovido por la 'celebrity' María Bravo en la playa de El Cable, una de las zonas más populares de Marbella y que aspira a competir con Puerto Banús. Recién aterrizada de Cannes, donde ha presentado la adaptación a la gran pantalla de la serie que la elevó al Olimpo de la Fama, 'The baywatch', la actriz canadiense apenas ha estado un día en la Costa del Sol. Ha aterrizado la misma tarde del sábado, ha cumplido con su compromiso profesional -a la perfección, eso sí- y, cual Cenicienta, se ha retirado a descansar antes de la medianoche a un hotel cercano antes de emprender viaje de vuelta a Estados Unidos el mismo domingo.

AGUA Y FRESAS

A sus 49 años, Anderson mantiene el físico despampanante que la convirtió en mito erótico de los años 90 embutida en un escueto bañador rojo. Sin embargo, ha dejado claro que lo suyo, más que un pacto con el diablo, es una ayuda de la cirugía estética. En la Costa Azul ha sorprendido con su nuevo rostro, que ha hecho que más de uno no la reconociera, y en Marbella, según recogen las crónicas de los diarios locales, ha confesado que "le preocupa mucho estar guapa". Una preocupación que plasma incluso en su alimentación, dado que le gusta comer sano. De hecho, la noche del sábado la aguantó a base de una dieta compuesta exclusivamente de agua y fresas. Nada de alcohol, aseguran desde la organización.

No le hizo falta más para vivir la fiesta en el Playa Padre, donde desde una mesa privada ha disfrutado de la noche junto a su representante y un amigo, únicos componentes de su séquito, la Dj Ashley James, que actuó al día siguiente en el 'beach club', y la modelo Charlotte de Carle, ambas muy conocidas entre el público británico. Todos ellos se han encargado de arropar a María Bravo en su nueva aventura empresarial, un club de playa que pretende ser "el lugar de moda más internacional del verano marbellí", con un diseño que "representa la modernidad de los lugares con estilo más actuales de los EEUU".

El local está muy vinculado con la Global Gift Fundation, la organización filantrópica que preside Eva Longoria, de quien incluso en un primer momento se dijo que era la propietaria del chiringuito. Bravo, amiga íntima de la tejana, tuvo que salir a desmentir públicamente que esta formara parte del proyecto, aunque ha asegurado que, como es su íntima amiga, "por supuesto que vendrá a verlo" cuando recale en la ciudad.

Ese día llegará posiblemente a mediados de julio, dado que la Global Gift Gala, la tradicional fiesta de verano de la fundación, este año se celebrará en el Playa Padre.