HOMENAJE A UN ARTISTA ÚNICO

Prince, recordado por sus íntimos

El periodista y productor Mobeen Azhar publica un libro que recuerda la vida y muerte "del artista más versátil de nuestros tiempos"

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LUIS MIGUEL MARCO / BARCELONA

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Vendió más de 100 millones de discos y sus conciertos fueron 'shows' legendarios y multitudinarios. Fue un icono, un símbolo de independencia; pero también un gran misterio. Este martes llega a las librerías ‘Prince. Un homenaje único al artista más versátil de nuestros tiempos’. Publicado por Cúpula, se trata de un retrato íntimo escrito por el periodista Mobeen Azhar, productor del documental de la ‘BBB’ ‘Hunting for Prince’s Vault’ (Cazando la caja fuerte de Prince) y fan del genio de Minneapolis, el cantante, compositor, arreglista e multiintrumentista fallecido el pasado abril en su casa estudio de Paisley Park, en Chanheasen, Minnesota, un lugar que construyó en 1987, su santuario, donde vivió y creó su música y que en unos días, a primeros de octubre abrirá como museo.

El libro, de 140 páginas profusamente ilustradas, no especula acerca de su final, por una sobredosis del opiáceo fentanilo guardado en un frasco mal etiquetado, ni tampoco se detiene en los claroscuros de un personaje que tuvo varias personalidades, provocadas en algún caso por sus sonados rifirrafes con la industria discográfica. Prince Rogers Nelson  fue también Jamie Star, The Kid, Camille, Alexander Nevermind, Joey Coco, Tora Tora y también ese símbolo impronunciable que todos conocemos.

CONVERSACIONES CON SUS MÚSICOS

Mobeen Azhar, que ha trabajado también para la revista ‘Rolling Stone’ y ‘The Huffington Post Live’  –también ha asistido a 53 conciertos de Prince e incluso se subió al escenario con él– prefiere trazar un retrato íntimo a través de las conversaciones que ha mantenido con las personas que estuvieron a su lado, en especial los músicos y miembros de su círculo más íntimo. “No he querido hacer una biografía o una historia exhaustiva de Prince –asegura–. Quienes le conocieron bien me dicen con frecuencia que vivió su vida como si fuera una película. Las historias que he recogido son escenas de ese filme”.

Así, Sonny Thompson, el bajista que trabajó a su lado de forma intermitente entre 1970 y 2015, explica: “Cuando tenía 13 años, ya sabía tocar la guitarra de maravilla y cantaba muy bien. Hay una gran diferencia entre ser un gran teclista, un gran cantante o lo que sea y ser un músico de verdad. Él ya sabía cómo tenía que ser todo el sonido”.

Dr. Fink, teclado (1979-1990) recuerda. “Prince no dormía mucho. Solo comía, dormía y bebía música. No escribía música, la grababa en una toma, al instante. Era como observar a Mozart”.

Steven Parke, director artístico de Prince entre 1988 y 2001, tiene un buen número de anécdotas con Prince. "Una vez me dijo, viendo a todos los empleados y a la gente de equipo que tenía alrededor: "Es duro saber que soy responsable de la subsistencia de esta gente. Tienen niños y familias'. Me dio la impresión de que, si no fuera la superestrella que conocemos, estaría tocando en bares o haciendo un trabajo normal. Cuando estaba en el estudio es donde su cerebro y su corazón se sentían cómodos. En los conciertos en salas grandes creo que estaba pensando: "Ya me toca hacer esto otra vez".

"SI NO HICIERA MÚSICA, ME MORIRÍA"

La ingeniera de sonido Susan Rogers, explica: “Era una estrella. Impulsó ropa nueva, peinados nuevos, letras nuevas. Todos sabíamos que estaba haciendo una nueva contribución a la historia de la música, a todo lo que nos precedía. Era la música de nuestra generación”.

El batería Michael Bland, que trabajó con él entre 1990 y 2015, aporta también este comentario: “Una vez Prince me dijo: ‘No sabes lo que significa estar en una gira de éxito tocando el mismo solo de guitarra de ‘Purple Rain’ exactamente del mismo modo 91 veces seguidas, sin cambiar una sola cosa porque si lo haces, a la gente le da algo’. Para él era una tortura tener que hacer las cosas exactamente igual todas las noches”.

El autor de 'Purple Rain', 'Lovesexy', 'Diamons ans Pearls', 'Emancipation', 'Ultimate' y tantos otros monumentos sonoros le dijo una vez a Mobeen Azhar: “Si no hiciera música, me moriría”.  Su último concierto, el de la gira Piano & a Microphone en el Fox Theatre de Atlanta fue el 14 de abril de este año. Moriría poco después, el 21 de abril. Tenía 57 años y dicen que estaba preparando entonces sus memorias.