Juan Cristóbal Napoleón

Napoleón estudia finanzas

El heredero legítimo de los Bonaparte hace un máster en Boston, reside en Londres y reivindica el lado «democrático» de su antepasado corso

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EVA CANTÓN

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Es consciente de que no puede pasar inadvertido siendo un Bonaparte. En el apellido va implícito el peso de la Historia. La del hijo de una familia de nobles corsos coronado emperador a los 35 años que termina sus días en la isla de Santa Elena. Pero a Juan Cristóbal Napoleón Bonaparte (Saint Raphaël, Francia, 1986) parece interesarle más el futuro que el pasado. Quiere ser un hombre de su tiempo, hacerse a sí mismo. El heredero del emperador reside en el Reino Unido, ese "país de tenderos" que le hizo la vida imposible a su antepasado, aunque está de manera temporal el Boston, donde sigue un máster en Administración de Empresas en la Universidad de Harvard.

No es el primer Bonaparte que pasa por la prestigiosa institución norteamericana. El pionero fue Carlos José, que llegó a ser ministro de Justicia de Theodore Roosevelt. Pero a él, convertido a los 11 años en príncipe y jefe de la casa imperial por deseo de su abuelo paterno, le ha tocado la turbulenta presidencia de Donald Trump.

Juan Cristóbal le sorprende la decisión del magnate de cerrar las puertas a los ciudadanos procedentes de varios países árabes, porque cree que no refleja los valores de Estados Unidos, un país que siempre ha demostrado una formidable capacidad de integración. "Envía una pésima señal. Estados Unidos no pueden entrar en la vía del proteccionismo y el aislamiento", ha manifestado a la revista 'Point de vue'.

Comparte con su abuelo Luis Napoleón la idea de que Napoleón encarna una cierta noción de progreso, de que los Bonaparte siempre han sido hombres modernos, vanguardistas. Se aleja de su padre, Carlos, comprometido políticamente con los autonomistas corsos, poniéndose del lado centralista. Y asume más el pasado imperial que el legado de la realeza.

LA DEMOCRACIA EMPEZÓ CON ÉL

Para el hijo de la princesa Beatriz de Borbón dos Sicilias (y descendiente del rey Luis XIV) la herencia de Bonaparte es "más actual y beneficiosa que la puramente monárquica porque está ligada al inicio de la democracia y de la República en Francia". Y recuerda: "Luis Napoleón Bonaparte fue el primer presidente de la República elegido por sufragio universal".  A pesar de su pasión por la política, ha elegido dedicarse al mundo de las finanzas porque cree que es la mejor manera de entender la complejidad del mundo actual y, además, una carrera empresarial no impide asumir luego responsabilidades públicas. Hay muchos ejemplos. El último, el recién elegido presidente francés, Emmanuel Macron, que trabajó en la banca Rothschild antes de entrar en el gabinete de François Hollande.

"Es incluso preferible que nuestros responsables políticos tengan una experiencia empresarial para poder analizar los mecanismos de la creación de empleo y riqueza", sostiene el joven Napoleón, que desde su expatriación voluntaria en Estados Unidos sigue de cerca la actualidad francesa. El océano que le separa del Viejo Continente le permite identificar mejor las fortalezas y las debilidades de su país de origen. "Estamos en un nuevo mundo, hay que adaptarse y hacer las reformas necesarias para ser más competitivos, abrirse y no caer en la trampa de la demagogia ni ceder a las tentaciones proteccionistas y aislacionistas", considera.

Hasta ahora frecuenta poco Francia. Una vez al año, cada 5 de mayo, para asistir en Los Inválidos de París a la ceremonia conmemorativa de la muerte de Napoleón I. Pero eso podría cambiar. Cuando termine su estancia bostoniana su plan es regresar a Londres para trabajar en un fondo de inversión que apoya el desarrollo de empresas europeas. Su base estará en Inglaterra, pero viajará a menudo a Francia y al resto de Europa.