DULCES CON TOQUE TEATRAL

La mujer de Wood lleva sus chocolatinas a BCN

Sally Humphreys crea unas tabletas inspiradas en Shakespeare

Sally Humphries posa, ayer en Barcelona, junto a sus chocolatinas Sweet Theatre, una colección inspirada en William Shakespeare.

Sally Humphries posa, ayer en Barcelona, junto a sus chocolatinas Sweet Theatre, una colección inspirada en William Shakespeare.

MIREYA ROCA / BARCELONA

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Según diversos estudios científicos, las parejas que toman chocolate de forma regular tienen una mejor vida sexual. Tal vez este sea el secreto del matrimonio entre Sally Humphries, de 36 años, y Ronnie Wood, el incombustible guitarrista de los Rolling Stones, de 65. Porque, la actriz y productora teatral ha presentado en el Jaime Beriestain Concept Store de Barcelona (el interiorista que se encargó de decorar el enorme piso que la intérprete y el músico compraron hace algo más de un año en una finca regia de la Dreta del Eixample) un tributo a William Shakespeare bañado en cacao: su colección de tabletas Sweet Theatre (en castellano, dulce teatro).

En esta golosa aventura, la artista, que se considera hija adoptiva de Barcelona y una forofa del «jamón con pa amb tomàquet», ya que el matrimonio vive a caballo entre Londres y la capital catalana, ha unido sus dos grandes pasiones: la escena y el chocolate. «Sweet Theatre es una extensión de mi afición por el escenario», ha afirmado. «La idea surgió en Tokio, durante unos días de insomnio a consecuencia del jet lag. En el pasado ya había hecho pasteles para eventos y para algunos actores como James Earl Jones, el compositor Andrew Lloyd Webber y el actor y cantante Michael Crawford, y se me ocurrió dar un paso más», ha añadido.

A la hora de embarcarse en esta empresa, Sally tenía muy clara una cosa, que el producto tenía que estar conectado con el teatro y con Shakespeare. El resto vino rodado. «Durante los viajes con mi marido [se casaron en el 2012], he visitado numerosas pastelerías y he hablado con chefs pasteleros que me han inspirado», explicó sobre sus tabletas, que llevan una ilustración con el nombre de las principales protagonistas femeninas del escritor: Miranda (chocolate con leche y sal);  Lady Macbeth (chocolate negro y naranja);  Juliet (chocolate blanco);  Rosalind (chocolate negro y frambuesa); Cordelia (chocolate con leche, caramelo y sal); Desdémona (chocolate con leche y canela), Viola (chocolate negro y menta); Beatrice (chocolate y miel) y Portia (chocolate y café).

«Como Ronnie es tan cafetero, su favorito es el Expresso, mientras que mis chocolatinas preferidas son las de chocolate negro con naranja, la de Lady Macbeth, y Juliet, la de chocolate blanco», ha señalado la señora Wood, de cuerpo menudo, que no ha cesado de sonreír ante las cámaras.

En el reverso de cada chocolatina destaca una pequeña referencia Shakespeare, y los ingredientes y la composición del cacao procedente de cultivos sostenibles de África Occidental.

«Cada una de estas barras [cuestan 6 euros] son un homenaje al más grande dramaturgo británico», destacó la artífice, que lanzó Sweet Theatre en los almacenes londinense Harvey Nichols en abril del año pasado, coincidiendo con el 450º aniversario del nacimiento del bardo. La siguiente parada ha sido la capital catalana, una ciudad que le entusiasma por la elegancia, el clima y el ambiente que se respira. «La hemos elegido para vivir porque nos gusta el arte y Ronnie, que se dedica a la pintura, está en continuo contacto con artistas locales», ha relatado la esposa del stone, que asegura que lo que más le gusta es pasear por la ciudad con su marido y su perra Dolly (en homenaje a Dolly Parton).