El mejor momento de Victoria Beckham

Hace unos días cuando Karl Lagerfeld, el sumo sacerdote de Chanel, abrió su propia tienda en Londres, nombró a Victoria Beckham como  a una de las británicas que admira. «Es un ejemplo de mujer que tiene éxito  en la vida. Vendió 80 millones de discos, tiene un marido increíble y unos niños preciosos, y está cosechando un gran triunfo en su carrera como diseñadora», afirmó. Lagerfeld goza a menudo de una lengua muy afilada, de ahí que tan laudatorio comentario resulte aún más excepcional. El octogenario de la coletita blanca, además, añadió que Victoria, que siempre ha ido de antipática por la vida, es en realidad «alguien muy dulce y muy divertido. Puede parecer fría pero no lo es. Es  muy animada y me encanta».

La destinataria de tanto elogio  cumplió el jueves 40 años en pleno apogeo de gloria empresarial, plenitud familiar y reconocimiento de sus méritos en el mundo de la moda internacional. Si los rumores son ciertos, la celebración del cambio de década será discreta. El festejo, en la intimidad, tendrá lugar en un restaurante de Los Ángeles próximo a la casa que poseen los Beckham y donde se han instalado desde hace unos días los padres de la ex-Spice Girls, Tony y Jackie Adams. Otro de los invitados será el mánager de la pareja, Simon Fuller, que ha contribuido a construir el imperio multimillonario que poseen.

Victoria y David, el futbolista ahora retirado, se casaron hace 17 años y desde el primer día fueron eso que se llama una marca. Él era un icono internacional, con un cuerpo formidable que aún conserva. Ella era la pija de las Spice Girls, con mucha más ambición que voz. Hoy David tiene su propia empresa, Victoria la suya y ambos participan juntos en una tercera. Todas ellas bajo la supervisión de Fuller. Un negocio global en el que han ido involucrando a sus cuatro hijos.

Brooklyn, que tiene 15 años, ha posado en la portada de alguna revista masculina. Romeo, de 11, y Cruz, de 9, han hecho sus pinitos como modelos. Y Harper, la niña que tanto querían, con solo dos  años crea tendencia en la moda infantil, según los estudios de mercado, y ya tiene un bolso diseñado por mamá que lleva su nombre.

Pero si en el pasado David fue la estrella indiscutible dentro del matrimonio, ahora las cosas han cambiado. La firma de Victoria Beckham se vende en 60 paises, tiene beneficios desde el 2012 y está en plena expansión. Su línea más joven, informal y barata funciona de maravilla. El equipo de la diseñadora, Beckham Ventures, que tiene la sede en Londres, está compuesto por 80 empleados que dirige personalmente. «Todo lo que hago, desde gafas a bolsos y vestidos, es algo que me gustaría ponerme y llevar», ha declarado.

QUIERE REGRESAR A LONDRES / Cameron Diaz, Gwyneth Paltrow, Demi Moore y Elle Macpherson son solo  algunas de sus célebres  clientas. Este otoño, Victoria abrirá su primera tienda en la capital británica, en el barrio de Mayfair. La familia ha comprado una casa en el centro de la ciudad, valorada en casi 50 millones de euros, que están reformando. Allí  quieren asentarse y allí quieren educar a los niños después seguir durante años a David, primero a España y  después a Estados Unidos.

Empresaria de éxito, Victoria ha aprendido a parecer elegante. Menos capas de maquillaje, drástica reducción de pecho y hechuras  más clásicas y discretas, que muestran una nueva seguridad en sí misma. «Siempre me dejo llevar de mis instintos -ha dicho-. Cada vez que no lo he hecho, me he equivocado».