del rock a la lírica EN COLORES

Manolo García pinta inspirado en la ópera

El cantautor expone cuadros hechos por encargo de Amics del Liceu

Manolo García, el pasado jueves, en la Sala Parés, donde se exponen las pinturas que ha creado por encargo de Amics del Liceu.

Manolo García, el pasado jueves, en la Sala Parés, donde se exponen las pinturas que ha creado por encargo de Amics del Liceu.

MARTA CERVERA / BARCELONA

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La lírica y el rock se han unido en experimentos musicales como Quadrophenia, ópera rock del grupo The Who. Ahora el cantante y compositor Manolo García, un veterano de la música y de las artes plásticas que estudió en La Massana, ha vinculado ambos universos a través de la pintura en una serie de cuadros inspirados en óperas, creados por encargo de la asociación Amics del Liceu. Las 35 obras, que hasta el 10 de noviembre se exponen con fines benéficos en la Sala Parés, ilustran el programa de la temporada del Gran Teatre. Los dibujos, realizados con diferentes técnicas, acompañan textos sobre las ocho óperas que este 2015-16 se representan en el coliseo. Las imágenes alegran un catálogo donde análisis musicológicos de las obras alternan con artículos más personales de gente ajena al mundo lírico. Entre los colaboradores figuran el juez Baltasar Garzón, las escritoras Najat El Hachmi y Lucia Graves y el diseñador Christian Lacroix. El beneficio obtenido con la venta de los cuadros se destinará a la FEFOC, fundación que apoya a enfermos de cáncer y a sus familias.

«Nunca antes había pintado por encargo», reconoce García. A diferencia de otros artistas que antes han colaborado con Amics del Liceu, el cantante ha preferido profundizar en los libretos más que en la música. «Como no conocía demasiado estas obras ha sido una ocasión para descubrirlas», apunta. Confiesa que no ha logrado escuchar una ópera entera. «No podía aguantarlo, la verdad. Mis oídos están acostumbrados al rock. La música de ópera es muy complicada. Yo estoy acostumbrado a Jimi Hendrix y Led Zeppelin».Sus cuadros, de diferentes tamaños, creados con óleos y técnica mixta en su mayoría, retratan personajes o momentos cumbre de las óperas. «Con Nabucco me lié. Sufrí un poco con los dibujos y hasta rompí dos», recuerda. Lucia de Lammermoor, de Donizetti, también supuso un reto pero por otro motivo. «Nunca he querido pintar calaveras», dice el supersticioso músico tocando madera. «Pero esta vez vi que lo necesitaba para ilustrar esta ópera que es romántica pero muy triste». Se divirtió más pintando I capuleti e Montecchi, de Bellini, y La flauta mágica, de Mozart. Para esta última obra optó por papeles de colores verdes y azules «que aportan mucha luz».

García compaginó estas creaciones con la grabación de dos discos nuevos que verán la luz el próximo 5 de noviembre. Se trata de una caja con cinco álbumes que incluye, entre otros, la remasterización de su primer trabajo con Los Rápidos, su primer grupo, y una nueva grabación del primer disco de Los Burros, precursor de El último de la Fila. «De lunes a viernes grababa en Figueres y el fin de semana pintaba».

Tras cumplir con el encargo le apetece ver una ópera en el Liceu.