Los hermanos Gasol muestran su perfil altruista

Acostumbrados a ver a Pau y Marc Gasol moverse con soltura sobre todo en una pista de baloncesto, sorprendió ayer también ver la destreza con la que han aprendido a manejarse fuera del ámbito deportivo. Fue en la Llotja de Mar, en un acto de la Cambra de Comerç que sirvió para presentar la Gasol Foundation, un proyecto impulsado por los dos hermanos en España y en Estados Unidos, donde desarrollan sus carreras deportivas, que pretende fomentar el ejercicio físico y los hábitos saludables entre los niños para combatir la obsesidad y el sobrepeso.

«Entendemos la influencia que tenemos en los niños y queremos aprovecharla para que mejoren sus hábitos de salud», explicó Pau, de 34 años, la imagen más visible del proyecto solidario creado por los dos hermanos, que pretende centrar su tiempo y sus recursos económicos en incrementar la actividad física y la calidad de la nutrición entre los niños en edad escolar.

En el acto, presentado por Miquel Valls, presidente de la Cambra de Comerç, y que contó con la presencia entre otros del conseller de Salut, Boi Ruiz, y Salvador Alemany, presidente de la multinacional Abertis, Marc Gasol se mostró favorable  la consulta soberanista en Catalunya.

«Yo, a título personal, estoy de acuerdo con la votación», señaló Marc, igual que hizo el martes el futbolista Gerard Piqué. En cambio, Pau eludió la pregunta y tampoco quiso pronunciarse cuando le cuestionaron sobre el momento político del país. «Somos deportistas, no somos nadie para opinar». Más tarde, ante las cámaras de 8TV añadió: «Todo el mundo tiene el derecho a decidir, a expresarse».

Pau Gasol aseguró que no ve bien cargar todas las culpas del fracaso de España en el Mundial de baloncesto sobre Orenga. «No es justo culpar solo al seleccionador. La eliminación fue cosa de todos», dijo. «El entrenador tiene una parte de responsabilidad pero los jugadores también. Yo, el primero. No estuve bien. Pero ahora no hay que buscar culpables, sino soluciones», remarcó Marc, que reveló que no afrontó en condiciones el cruce ante Francia por el nacimiento de su hija en Barcelona. «Las dos últimas noches no descansé. Cogí un avión a las siete de mañana para jugar en Madrid. Si duermes cuatros horas en dos días, el cuerpo no está en una situación óptima».