Los Darín, en el foco periodístico argentino

Los Darín son noticia por diferentes razones en una Argentina perturbada  por la enigmática muerte de Alberto Nisman, el fiscal que acusó a la presidenta Cristina Fernández de Kirchner de «organizar la impunidad de los prófugos iraníes» involucrados en la causa en la que se investiga el bombazo contra la mutual de la colectividad judía (AMIA) que mató 85 personas el 18 de julio de 1994.

Ricardo, el padre, un actor de renombre internacional, uno de los protagonistas de Relatos Salvajes, la película de Damián Szifron que peleará por un Oscar, se sintió impelido a hablar de lo que todos comentan en este país desde que el fiscal fue encontrado sin vida. Acostumbrado a protagonizar filmes policiales y de misterio, de esas  historiasque dejan al espectador sin aliento hasta el final, dijo estar consternado por lo que ocurre. «En estado de shock».

En declaraciones al diario La Nación dio cuenta de su estado de ánimo. «Trato de no dejarme llevar por el impacto petrificante que te deja el miedo, esa sensación de indefensión. Además, uno trata de asimilar la información que llega de un lado y del otro, pero todo aporta una cuota de confusión».

En este país partido en dos, Nisman irrumpe como símbolo inmaculado, una nueva víctima del kirchnerismo y, al mismo tiempo, la víctima de una trama que lo excedía, una conjura con algo de historia de espías y traiciones que apunta contra el corazón del Gobierno. Dijo Darín al respecto: «cuando uno está en este estado de consternación es necesario parar un poco la pelota. Yo digo: si un fiscal de la Nación que lleva adelante una causa de tal envergadura no tiene garantías sobre su vida y aparece muerto la noche anterior a su presentación en el Congreso. ¿Qué podemos esperar el resto de los ciudadanos? No se entiende», se pregunta el actor, guionista y director.

Como  muchos argentinos, asegura tener «infinidad de preguntas para hacer, pero «lo que no puedo terminar de entender es la falta de prudencia, la falta de seriedad», sostiene.

LAS PRUEBAS // El actor trató de apelar al sentido común: «si alguien me va a acusar a mí de algo, tenga o no tenga razón... si dice tener pruebas en mi contra...  yo debo ser el primer encargado de su seguridad. Porque si algo le ocurre a esa persona, tal como ocurrió, no hace más que agregar sospechas sobre mí. Y esto no es una acusación, ni nada por el estilo, estoy esperando que alguien dé una explicación mínimamente válida». Las denuncias de Nisman mostraron tener escasa consistencia, pero esa, se sabe, es ahora otra historia.

PORROS EN FAMILIA // Mientras el protagonista de Truman, opina sobre la coyuntura, Clara, su  hija es reclamada por la prensa para que amplíe sus explicaciones sobre sus gustos privados. Días antes de que estalle el caso Nisman, la joven habló sobre los gustos que comparte con sus padres y su hermano. «De vez en cuando nos fumamos un porro en familia»,  confesó a la revista Planeta Urbano.«Mis viejos (padres) saben que fumo, de hecho cuando era chica mi hermano me cogió y me dijo: 'Estás creciendo, quiero que si en algún momento te invitan a un  porro digas que no, vengas y lo pruebes conmigo'.  Entonces yo le contesté: 'Bueno, está bien'. Todos mis amigos fumaban, y yo: 'No quiero, no quiero, no quiero. Quiero probar con mi hermano' y fui y le dije: 'Chino, tengo ganas de probar'. Se abrió debate en casa y mi mamá también se involucró en el tema», relató la joven a la publicación.