Dolce & Gabbana lleva Nápoles y Sicilia a Milán

En esta era de Instagram y Snapchat, Domenico Dolce y Steffano Gabbana saben que hacer moda visiblemente divertida garantiza el éxito a la hora de hacer marca. Y eso es lo que cuenta.

Así que hemos visto en la ropa las rosas más intensas, los girasoles más grandes, los cornetes de helado de varios sabores, los espaguetis con la salsa, los triángulos de pizza, los peces y mariscos, las siluetas de melón alrededor de los pechos, los colores de la bandera italiana... Un viaje a Nápoles y Sicilia desde el corazón de Milán.

TRÓPICO ITALIANO

Nuevamente los diseñadores Stefano Dolce y Domenico Gabbana han recurrido a dotar los tópicos italianos con una pátina de lujo en la presentación de sus propuestas para la primavera verano del año que viene. El desfile se abrió con un gran cartel en el que se leía, entre palmeras, 'Trópico italiano' y fue un estallido de luz, una luz que iluminaba incluso los bolsos y los tacones de los zapatos. 

"El punto de partida ya no es el 'outfit' en sí mismo -explicaban los diseñadores en la nota que acompañaba al desfile-. Es el deseo de contar nuestra historia de dos, de revelar una emoción, una forma de vida. De esta manera, la gente ya no compra una prenda sino un recuerdo, un amor, un momento especial. Nuestro ADN está en el sur y en todos los símbolos que lo representan: flores, pasta, pan, amuletos de la buena suerte, conchas, símbolos religiosos, música, helados, bebida, muñecas, galletas, cubiertos, pizza y mandolina. Todo eso es amor, es la DGfamily". 

Eso traducido, según ha escrito la gurú de la moda Suzy Menkes en 'Vogue' es "no tenemos muchas novedades que mostraros, pero queremos que os lo paseis de lujo". Y de lujo montó D&G una cena en plena Via Monte Napoleone, en el centro de Milán, para celebrar la colección y la apertura de su nueva tienda. Una larga mesa con candelabros, aunque no hacía falta mucha luz con tanto dorado y tantas lentejuelas.