Las lágrimas de Miley Cyrus y Beyoncé

beyoncé Knowles tenía ocho nominaciones de los MTV Video Music Awards (VMA), pero solo se llevó tres a casa. ¿Un fracaso? En absoluto, porque fue la reina de una gala celebrada en Los Ángeles que también coronó a Miley Cyrus (se llevó el premio gordo, el galardón al mejor vídeo por Wrecking ball), qie se erigió en otra de las triunfadores de la velada, aunque algo menos que su rival.

Pese a haber ganado la mejor distinción, y acostumbrada como está a ver como los focos se centran en ella y en sus gestos lascivos (el año pasado escandalizó al bailar Blurred lines de manera obscena con Robin Thicke), Cyrus debió conformarse con aplaudir a la afroamericana. Y por varias razones: porque se llevó tres astronautas (esa es la forma de los premios), porque interpretó un interminable popurrí de canciones de su nuevo disco que duró casi 20 minutos y, sobre todo, porque lo adornó con una escena de lo más rosa: cuando fue a recibir el premio honorífico Michael Jackson Video Vanguard, saltaron al escenario su marido, Jay-Z, y su hija, Blue Ivy, para dárselo. La emoción se desbordó, sobre todo porque la niña le soltó un «buen trabajo, mamá», aunque podría ser que Beyoncé llorara también porque se quitó un peso de encima, el de los rumores que apuntaban a una ruptura con su pareja. El beso que le estampó los enterraba.

DISCURSO DE UN JOVEN SINTECHO / Pero la intérprete de Wrecking ball tenía un as guardado en la manga: Jesse, un joven sintecho al que hizo subir al escenario para recoger el galardón en su nombre y, ya de paso, dar la señal de alarma por la cantidad de personas que, como él, duermen en las calles de Los Ángeles. Más lágrimas, también de Cyrus, que dejó el habitual modelito extremado para lucir sostén y pantalones negros.

Otros galardonados fueron Lorde (mejor vídeo de rock por Royals), Ariana Grande (mejor vídeo de pop por Problems), Drake (mejor vídeo de hip hop por Hold on - We're going home), Ed Sheeran (mejor vídeo masculino por Sing) y Katy Perry (mejor vídeo femenino por Dark horse). La británica y el rapero Riff Raff también dieron de qué hablar al vestir como lo hicieron Britney Spears y Justin Timberlake en la gala del 2001.

En la fiesta no faltaron el humor (cantaron Jim Carrey y Jeff Daniels para presentar el mejor vídeo de pop), la tristeza (se recordaron a los malogrados Robin Williams y Michael Brown, el joven tiroteado por la policía cuya muerte provocó graves disturbios en Ferguson) ni los momentos embarazosos (la rapera Nicki Minaj, que había hecho twerking con Usher en una actuación, tuvo que acabar su número con Jessie J y Ariana Grande tapándose el cuerpo con las manos porque se le rompió el vestido).