Lacoste abriga Nueva York con su retrofuturismo

El tiempo se ha aliado con Lacoste para la presentación de su colección de la temporada otoño invierno en la Semana de la Moda de Nueva York. Con el termómetro cinco grados por debajo de cero (y la sensación térmica aún peor, de menos 12), un maravilloso abrigo, en modelo tanto de hombre como de mujer, ha cobrado forma de preciado objeto de deseo, tentando con su rústico y cálido borrego, con un impecable azul y con unos parches de colorido vinilo en codos y espalda. La pieza, que juega también con cremalleras para dar opciones de separación, demostraba uno de los talentos de Felipe Oliveira Baptista: mantener la esencia de la casa del cocodrilo sin olvidarse de la innovación y de la moda.

Es un empeño en el que no suele defraudar el portugués que en 2010 se puso al frente de la creación de Lacoste y que tampoco ha fallado esta vez, especialmente en algunas prendas de mujer más alejadas de lo deportivo como un delicioso retro-futurista vestido de vinilo naranja, elegantes faldas ligeramente acampanadas por debajo de la rodilla que como las botas altas o los ajustados cuerpos de punto beben inspiración en aquella ‘Belle de Jour’ que crearon Luis Buñuel y Catherine Deneuve, coloridas gabardinas de PVC y complementos que se fusionan con las prendas. No por nada se vende la colección como “rebelde chic”.

REFERENCIAS DE ARTE Y RAÍCES

Siempre pendiente también del mundo del diseño que es arte, Oliveira Baptista riega de referencias sus creaciones y en esta colección dominada por tonos neutros de acero, tierra y madera (aunque también salpicada de fucsia o mostaza) se encuentran ecos de las instalaciones de Martino Gamper Martino Gamperen las que el italiano destruye muebles de Gio Ponti para construir piezas nuevas.

Pero Lacoste sigue siendo Lacoste y sus orígenes no desaparecen sino que se reinventan. Aunque las estaciones de esquí estén lejos del cemento de Tribeca Tribecadonde ha tenido lugar el desfile, este ha permitido el viaje mental tanto al pasado en que la casa francesa diseñó ropa para el equipo nacional galo del deporte de la nieve allá por finales de la década de los 60 como al presente y el futuro, con esquiadores y pinos apareciendo pixelados en bordados.