LA ACTRIZ ESTADOUNIDENSE EXPLICA SUS PROBLEMAS CON EL ALCOHOL Y SU ARTRITIS EN UN LIBRO POLÉMICO

Kathleen Turner ataca en sus memorias a varios actores

NOELIA SASTRE
NUEVA YORK

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Su batalla contra el alcohol y la artritis reumatoide, además de las crudas palabras dedicadas a los actores con los que ha trabajado desde los 80 (los tres párrafos sobreNicolas Cagele han costado una demanda por difamación presentada en Londres hace un par de semanas), son las grandes revelaciones deKathleen Turneren sus memorias,Send yourself roses.

"Coppolarealmente creyó que su sobrino podía", dice sobre el papel deCageenPeggy Sue se casó."El problema es queNicolasquería demostrar que no estaba allí por nepotismo, así que se negaba a hacer todo lo que el director le pedía". La actriz, de 53 años, odió trabajar conCageen uno de los grandes éxitos de su carrera y añade que su compañero tuvo problemas con la policía durante aquella filmación en 1986. "Fue arrestado dos veces, una por conducir ebrio y otra, posiblemente, por robar un chihuahua. Se topó con uno, le gustó y se lo metió en la chaqueta", cuenta.

Él lo niega todo. "Jamás hice algo así", dijoCageen un comunicado leído durante una entrevista en televisión donde la actriz promocionaba el libro. El actor exigía queTurnerse retractara si no quería acabar demandada por él. "Siento mucho haber causado daño; no fue mi intención", se disculpóTurneren directo.

La protagonista deLa guerra de los Roseysex symbolde los 80, hija de un embajador estadounidense que pasó su infancia entre Canadá, Cuba, Venezuela e Inglaterra, llama "asqueroso" aBurt Reynoldsy asegura: "Trabajar con él fue mi peor experiencia en el cine".

FLIRTEO CON MICHAEL DOUGLAS

La actriz norteamericana dice que el jovenSteve Martinno era "nada divertido" detrás de las cámaras, admite su flirteo conMichael Douglas,recuerda la adicción a las drogas deAnthony Perkins,confiesa su adoración porJack Nicholsony comenta queWilliam Hurtera "salvaje".

Turnertambién se sincera sobre sus miedos y angustias. "Me dijeron que pasaría el resto de mi vida en una silla de ruedas", recuerda sobre el momento en que le diagnosticaron artritis reumatoide en los 90. La fuerte medicación para combatir la enfermedad le hizo engordar y perder su espléndido aspecto de años atrás. La actriz empezó a beber y hasta se desmayó en público durante la representación deEl graduadoen el 2002 en Broadway.

CLÍNICA DE REHABILITACIÓN

"Pasé de ser una bebedora encantadora a una borracha", escribe. "El alcohol desinhibe, como los esteroides que tomaba por mi enfermedad. Y cuando estaba desinhibida podía ser una persona terrible". Ingresó en una clínica de rehabilitación.Turner,que tiene una rodilla de titanio y vive con un dolor crónico, volvió a perder el conocimiento hace unos días en los ensayos de la obra que dirige en Nueva York.