Karaoke de Bono en BCN

Casi una semana en Barcelona da para mucho más que cuatro conciertos multitudinarios. En uno de los dos días de descanso, el equipo de producción que se esconde tras la larga sombra del grupo irlandés quiso una noche de marcha y confraternización en Barcelona. Y Bono, The Edge y Larry Mullen no faltaron a la cita (a Adam Clayton no se le vio), la noche del miércoles en uno de los clubs-restaurantes de moda de la ciudad, el Carpe Diem Lounge Club (CDLC), que alquilaron en exclusiva para la ocasión. Bailaron, cantaron y se divirtieron hasta altas horas de la madrugada en medio de un extraordinario despliegue de seguridad.

Los organizadores buscaron desde su llegada un local para montar su propia juerga. Recorrieron varios de la zona alta y el paseo Marítim, y eligieron uno a pie de playa, a un paso del hotel donde se alojan estos días. Según uno de los asistentes, la fiesta fue a medida: exigieron un karaoke y una zona de casino, que se montaron para la ocasión y con el negocio cerrado solo para ellos. También se restringió al mínimo el personal de guardia de la sala para evitar que se hiciera público. Por supuesto, sin móviles.

El secretismo no era para menos. Aunque la fiesta comenzó hacia las 20.00 horas e incluía una cena cóctel y barra libre para más de un centenar de personas, la banda de rock llegó poco antes de medianoche. Los artistas se movieron entre las barras (las mismas donde se atrincheró Beyoncé hace un par de años), las camas-lounge (donde se fraguó el idilio de Penélope Cruz y Javier Bardem), la pista de baile y..., solo por una noche, los micros del karaoke y la ruleta, las mesa de dados y black jack donde circulaban billetes con los rostros de los músicos impresos.

Bono, que se retiró a descansar pasadas las dos de la madrugada, ofreció su actuación más íntima en Barcelona, al cantar un par de temas para su equipo en la ronda de karaoke. Mullen, en cambio, se tomó la noche con calma y fue el último en retirarse. The Edge fue el rey de la pista, bailando animadamente con el equipo de producción toda la noche.

La cena aunó distintos estilos gastronómicos. Por una parte hubo toques asiáticos, con abundancia de sushi, propio de la carta de fusión de CDLC, pero también se pidieron tapas propias de la ciudad, y algunos platos de sabor americano, como las hamburguesas gurmet que también se ofrecen en la carta.

Fuentes del local rehusaron ayer informar al respecto. Algunos asistentes, no obstante, señalan que fue una noche redonda donde todo el equipo pudo dejar atrás la tensión de la semana y divertirse en un ambiente de intimidad.