condenada a dos años por blanqueo

Los primeros permisos de Pantoja llegarán en mayo

La cantante habrá cumplido ya la cuarta parte de la condena a dos años por un delito de blanqueo

Isabel Pantoja, con gafas y rostro serio, a su llegada a la cárcel de Alcalá de Guadaira, este viernes.

Isabel Pantoja, con gafas y rostro serio, a su llegada a la cárcel de Alcalá de Guadaira, este viernes. / epp

JULIA CAMACHO / SEVILLA

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Isabel Pantoja ha ingresado este viernes en la prisiónprisión de mujeres de Alcalá de Guadaíra para cumplir su condena a dos años de cárcel por un delito de blanqueo. Por delante le quedan unos duros meses hasta que en mayo, una vez cumplida la cuarta parte de la pena, pueda empezar a solicitar los primeros permisos ordinarios de no más de siete días. Y eso, siempre que cuenten con el visto bueno del personal de la prisión y lo autorice el juez de vigilancia penitenciaria.

La cantante no quiso apurar el último plazo dado por la justicia y optó por entrar esta mañana en la cárcel para iniciar su condena. Acompañada únicamente por su hermano Agustín y una persona de confianza, y escoltada por la Guardia Civil, logró eludir la temida imagen de una entrada asediada por cámaras de televisión. Aunque sea de dos años y no tenga antecedentes penales, el juez decidió no suspender la pena ante la "gravedad" de los delitos cometidos, vinculados a la corrupción política, y debido a que la tonadillera no ha mostrado arrepentimiento y no ha reconocido los hechos delictivos. Por tanto, deberá cumplir la pena en las mismas condiciones que otro preso.

Según el manual de organización de los centros penitenciarios, la cantante podrá pedir los primeros permisos en mayo. Y una vez superado el tercio de la condena, en torno al mes de julio, solicitar el tercer grado para pasar el día fuera y solo tener que acudir a prisión a dormir.

Por lo demás, su vida en la cárcel no diferirá de la del resto de reclusas de este pequeño centro, ubicado a 22 kilómetros de Sevilla y con no más de 150 internas, según los sindicatos penitenciarios. Sus primeras horas se han dedicado a hacer la ficha de presa, con la toma de huellas dactilares y fotos, un cacheo para incautar cualquier objeto no permitido y la entrada en la celda.

Tras unas primeras horas en el módulo de ingresos, Pantoja será asignada a una celda y se le dará un paquete con productos de higiene personal. Será evaluada por el personal médico psicológico del centro y se le informará de los horarios, funcionamiento y actividades disponibles en el penal. En algunas ocasiones, las presas suelen estar acompañadas las primeras jornadas para no pasar en soledad este trance. No obstante, una vez que sea clasificada en segundo grado, podrá optar por pedir una celda individual de las disponibles. Respecto a contacto con el exterior, las presas tienen derecho a realizar diez llamadas semanales de cinco minutos cada una. Por el contrario, no tendrá límites para la correspondencia escrita.

El calvario de Pantojacalvario  comenzó un para ella aciago 2 mayo de 2007, cuando fue detenida en su casa de La Pera (Marbella) en el marco del 'caso Malaya', el entonces mayor caso de corrupción municipal y urbanística. La tonadillera pasó una noche en el calabozo, un mal trago según ha explicado posteriormente, y tras tomarle declaración el juez lo tuvo claro.

UN DECLIVE EN PAREJA

Ella remontaba el inicio de su caída a 2003, cuando se hizo oficial su relación con el exalcalde de Marbella Julián Muñoz. Le había conocido poco antes, cuando comenzó una se suponía prospera relación comercial con el ayuntamiento, del que llegó a ser imagen y amadrinó un avión. Entraba en el consistorio como la gran artista, vitoreada por los ciudadanos y escoltada por el alcalde y su mujer Maite Zaldívar. Pero no contó con ésta y con su despecho por ser abandonada, que paseó por los platós de televisión. Allí dio pistas de lo que ocurría de verdad en la ciudad, y cómo su hasta entonces compañero acudía a casa con grandes cantidades de dinero en metálico, que ella supuso ganaba honradamente.

Las posteriores sentencias han confirmado que no, que el dinero no era su legítimo sueldo como concejal y luego edil. Y confirmaron que las dos mujeres, de forma sucesiva, le ayudaron a introducirlo en el circuito legal. La cantante, según los fallos judiciales, poniendo su entramado de sociedades al servicio de Muñoz: viviendas, ganado… Más de un millón de euros dice el juez que blanqueó. En todo momento debieron saber lo que ocurría, prosiguió la justicia, porque el exalcalde ya tenía encima varios procesos judiciales abiertos por corrupción. Tampoco sirvió el argumento, esgrimido por la defensa de la cantante, de que la "ceguera de amor" le impidió apreciar lo que ocurría, o de que su situación era la misma que la de la infanta Cristina. Y mientras cumple condena, sin conciertos por una temporada, aún deberá pensar en cómo reúne el millón de euros de multa que todavía le falta por abonar.