Harrison Ford se estrella

«Volar es siempre una aventura». La frase es de Harrison Ford y, tras un susto importante, la última podrá contarla. El actor  de 72 años que ha dado vida en el cine a icónicos personajes como Indiana Jones, Han Solo, Rick Deckard y Jack Ryan está en un hospital de Santa Mónica desde el jueves, «magullado pero bien», según informó en Twitter su hijo Ben, después de un accidente de avioneta.

Ford despegó cerca de las 14.20 horas del aeropuerto local de Santa Mónica, donde tiene su propio hangar y que es el mismo en el que guardan sus aviones, entre otros, Arnold Schwarzenegger y Tom Cruise. Pilotaba en solitario su Ryan Aeronautical ST3KR, una avioneta de la segunda guerra mundial construida el mismo año en que nació (1942) y a los pocos minutos contactó con la torre de control. «Problema de motor. Retorno inmediato», dijo.

Se le dio permiso para volver pero no tuvo tiempo de llegar hasta la pista y la avioneta acabó alrededor de las 14.30 en un campo de golf. Unos golfistas lo sacaron de la nave y, antes de ser trasladado al hospital, fue atendido por un par de médicos que se encontraban jugando y que comprobaron que estaba sangrando y dolorido, pero «consciente y alerta».

BROMA DEL INTÉRPRETE DE CHEWBACCA / Aunque las primeras informaciones hablaron de que se hallaba en estado crítico, el hospital informó de que su vida no corría peligro y eso permitió incluso bromear a Peter Mayhew, el actor que se pone en el pellejo de Chewbacca en La guerra de las galaxias (en cuyo último rodaje este verano, de la séptima entrega, Ford se rompió una pierna). «De estado crítico a grave, moderado y  bueno en una hora. ¿Es Han Solo o Lobezno?», tuiteó.

Sin duda hay ganas de ver a Ford como un héroe y, ayer, testigos y expertos así lo definían. En declaraciones a NBC, Eddie Aguglia, un hombre que estaba en el campo, aseguró que el actor «salvó varias vidas» al evitar que la avioneta se estrellara en la zona densamente poblada que rodea al campo y al aeropuerto, polémico precisamente por su ubicación, y lo mismo dijo Charlie Thompson, un instructor de vuelo.

Se recordaban ayer hazañas aéreas del actor, como las ocasiones en que salvó desde el aire a un senderista perdido y a un niño boy-scout. También protagonizó accidentes. En 1999 tuvo uno de helicóptero con su instructor y en el 2000 hizo un aterrizaje forzoso en Nebraska pilotando una avioneta con seis pasajeros.

Aunque Ford tomó lecciones de vuelo en su juventud, a los 54 años se dio cuenta de que se «aburría» viajando en la cabina de su jet privado y decidió retarse a sí mismo, según explicó en el 2009 en una revista de aviación. «Volar me dio la oportunidad de crear una identidad distinta al Harrison Ford actor», explicó la estrella, cuyos planes ahora en la secuela de Blade runner quedan en el aire. «Disfruto la libertad y la belleza de la tercera dimensión cuando vuelas. Subir al cielo es una experiencia especial que refuerza tu perspectiva de las cosas». Dijo también que, aunque le gusta volar en solitario, disfruta de la compañía. «Está bien tener a alguien al lado para que admire mis aterrizajes», declaró. El del jueves, mejor verlo de lejos.