un trago largo y exitoso

El gintónic sigue siendo el rey este verano

La bebida mantiene su tirón gracias a sus infinitas combinaciones

XIX BARRocafort, 19

XIX BARRocafort, 19

FERRAN IMEDIO
BARCELONA

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Tantas veces se ha repetido como un mantra que el gintónic es una moda, que se va a acabar más pronto que tarde, que tiene rivales acechando su reinado... Y no, no viene el lobo. El gintónic sigue y seguirá reinando en los bares y coctelerías durante bastante tiempo, según los profesionales que cada noche sirven miles de copas. Ni vodkatónic ni mojitos ni nada. La fiebre por el gintónic sigue alta en este frío verano.

No quedan tan lejos los tiempos en que este combinado era propio de bares poco glamurosos con clientes poco exigentes que bebían la mezcla de agua tónica con una ginebra española en un vaso de tubo con una rodaja de limón. Hoy, el local que no tenga unos cuantos en la carta corre peligro de quedarse vacío.

«Decían que era una moda, pero ha venido para quedarse. Quizá en un tiempo baje un poco la fiebre, pero la variedad que ofrecen tantas  ginebras, tónicas y botánicos es casi infinita», comenta Alfonso Rodríguez, de Boca Chica. En España se comercializan casi medio millar de ginebras. Él ofrece 35. «¡Y hay que quien me reprocha que solo tenga 35!».

La prueba de que las combinaciones son eso, infinitas, es la segunda edición de The Gin-Tonic Experience que se celebró en el Castillo de Peralada en junio. Es el primer festival que se organiza en España dedicado solo al gintónic en el que se podían probar más de 2.500 combinaciones podían gracias a las 24 marcas de ginebras, 3 tónicas y 65 botánicos disponibles. Casi 4.000 personas pasaron por allí el 6 y 7 de junio. Probaron 8.500 gintónics. Una locura.

LOCOMOTORA DE LA COCTELERÍA / Cansados o no de preparar siempre esta bebida, los bartenders sí admiten que ha ejercido de locomotora para el mundo de la coctelería porque al pasar del vaso de tubo a la copa balón y ser mimado por buenos profesionales como nunca antes, ha saltado del mundo del cubata al mundo del cóctel. «Hay que agradecérselo porque la gente se interesa más ahora por otros combinados», subraya Josep Maria Gotarda, responsable de Ideal, uno de los clásicos de Barcelona, que lleva 34 años sirviendo gintónics. «Es tal su éxito que lo incluiría en la lista de bebidas nacionales junto a la sangría y el mojito».

¿De verdad nadie le ve un rival al gintónic? ¿El vodkatónic? «Al vodka, al ser un destilado de la patata, o de la cebolla en algún caso, no le veo tantos aromas, tanto sabor, como a la ginebra, a la que puedes maridar con muchos botánicos», analiza Rodríguez. «Llevo cuatro años escuchando lo del vodkatónic, pero no acaba de triunfar. Dicen que ahora llega el momento del mezcal y otros licores... Veremos. Suena interesante pero estos tragos no aportan lo que aporta el gintónic», analiza Mike Cruickshank, que, hace casi 10 años, cuando no había empezado la moda, abrió el XIX Bar, especializado en este combinado.

UNA TIENDA DE GINEBRAS / El escocés, que también tiene una tienda de ginebras y organiza catas, cree que el reinado del gintónic se debe a que «sus sabores (amargos, herbáceos, secos, cítricos, especiados...) encajan en la cultura gastronómica mediterránea, es refrescante y se adaptan a la cultura de la sobremesa, de la tertulia que hay aquí...». «Ah, y no es lo mismo beberse tres gintónics que tres cubatas», añade.

Javier de las Muelas (Dry Martini, Gimlet) es otro fan del gintónic («el príncipe de la coctelería»). Creó tónicas premium con Schweppes y la colección homenaje Dry & Tonics, con el Jim-let Fox-trot (tónica y granizado de gimlet flotando encima con el añadido de una rayadura de piel de limón) como superventas en todos sus establecimentos (Barcelona, Madrid, San Sebastián, Palma de Mallorca, Río de Janeiro...). «El gintónic es digestivo, conversador y aglutinador», explica el empresario, que subraya la incorporación de la mujer como consumidora para entender su éxito. Eso sí, augura que habrá un «freno a tanto exotismo gratuito». «A veces se le ponen unas cosas... Esta bebida no es un árbol de Navidad ni una ensalada».

Hay muchas direcciones donde disfrutar de este trago, sean clásicas, modernas o alternativas: Milano (ronda de la Universitat, 35), Dry Martini (Aribau, 162), Boca Chica (pasaje de la Concepció, 12), Ideal (Aribau, 89), Boadas (Tallers, 1), Úbeda (Santaló, 19; Còrsega, 339; Josep Tarradellas, 133; València, 202), Bobby Gin (Francisco Giner, 47), Negroni Cocktail Bar (Joaquín Costa, 46), Tirsa (Rafael de Campalans, 174, en L'Hospitalet), XIX Bar (Rocafort, 19), Cassette (Est, 11)...