NUEVO ESCÁNDALO EN UNA DE LAS GRANDES FORTUNAS DE eeuu

La fatalidad persigue a la familia Getty

Fallece en circunstancias no aclaradas un nieto del magnate petrolero

J. P. Getty III, secuestrado en 1973.

J. P. Getty III, secuestrado en 1973.

IDOYA NOAIN
NUEVA YORK

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Los descendientes de J. Paul Getty son una de esas dinastías que dan sentido al dicho de que el dinero no da la felicidad. El martes apareció muerto en el baño de su casa de Los Ángeles  (EEUU) Andrew Getty, uno de los nietos del magnate que en los albores del siglo XX amasó una inmensa fortuna gracias al petróleo. El hombre, de 47 años, estaba desnudo de cintura para abajo y tenía prevista para ayer una cita con el médico ya que llevaba días encontrándose mal. Y aunque algunas fuentes policiales aseguraban a Los Angeles Times que «no había indicios de un acto criminal» y que aparentemente murió por causas «naturales o accidentales», las que citaba el portal de cotilleos TMZ decían estar investigando el caso como muerte «en circunstancias sospechosas».

La web aseguraba que Getty presentaba una lesión traumática en el recto. También identificaba a la mujer que avisó a la policía y que fue detenida para ser interrogada como una exnovia que tenía una orden de alejamiento. Con ella el heredero había protagonizado episodios de violencia con intervención policial incluida en 31 ocasiones, en algunas de las cuales ambos fueron encontrados bajo los efecto de estupefacientes.

Así, los tintes de escándalo rodean otra vez a un clan que no es ajeno a la tragedia. El patriarca perdió al primero de sus hijos cuando este tenía 12 años por un tumor cerebral. Otro vástago murió tras apuñalarse a sí mismo en 1973, el mismo año en que uno de sus nietos, J. Paul Getty III, era secuestrado en Roma.

SECUESTRO Y RESCATE  / El abuelo se negó a pagar los 17 millones que se solicitaban de rescate -«si pago ahora tendré 14 nietos secuestrados», dijo-. Y el joven acabó siendo liberado después de que sus padres pagaran 2,2 millones de dólares tras recibir la oreja de su hijo y convencer al patriarca para que les prestara el dinero (algo que hizo a un interés del 4%). A su regreso a EEUU, Getty III se convirtió en un vividor al que se solía ver con Andy Warhol. Sus excesos acabaron en una sobredosis, en 1981, que le dejó en silla de ruedas.

Tampoco Gordon Getty, hijo del patriarca y padre del ahora fallecido, se libró de los escándalos. Mujeriego como su progenitor, que se casó y divorció cinco veces, en 1999 reconoció tener una segunda familia con tres hijas en paralelo a su matrimonio.