Barcelona seguirá oliendo a Michelin, pero sin tres estrellas

El mundo gastronómico tiene la mirada puesta en Santiago de Compostela. Allí, en el Parador de los Reyes Católicos, en plena plaza del Obradoiro, subirán hoy al trono del reinado Michelin varios nuevos restaurantes. ¿Cuáles? Esa es la gran pregunta, la que anima las dudas, las quinielas. Los secretos de la biblia roja de España y Portugal serán desvelados pasadas las ocho de la noche, aunque ya se puede confirmar uno: no habrá nuevos triestrellados y algún establecimiento sí que pasará de uno a dos entorchados.

Catalunya volverá a ser agraciada con incorporaciones de una estrella, en la línea del resto de España, donde el nivel no para de subir, lo que quedará reflejado en los restaurantes que aparecen señalados en la guía. «Habrá sorpresas muy repartidas», comenta un portavoz de la conocida firma de neumáticos, como si se tratara de la lotería navideña.

En los mentideros gastronómicos de Barcelona hace semanas que se especula con los posibles galardonados. Entre los favoritos que se nombran en los corrillos siempre aparecen Disfrutar (de los bullinianos Oriol Castro, Eduard Xatruch y Mateu Casañas) y Hoja Santa (el mexicano de Albert Adrià y Paco Méndez), y ya también, aunque sin tanta unanimidad, Espai Kru y Gresca.

Albert Adrià (en la foto) ha explicado a este diario que no espera «nada». «Si viene la estrella, bien, y si no, también. Si no nos la dan este año, seguramente habremos hecho algo mal y tocará trabajar para mejorar y pensar que nos la darán el año que viene».

En cualquier caso, Barcelona vuelve a apuntar como capital gastronómica dada la cantidad de estrellas Michelin que atesora, aunque con el borrón de no tener un triestrellado, honor que por ahora solo corresponde a ocho locales: El Celler de Can Roca, Sant Pau, Arzak, Martín Berasategui, Akelare, Azurmendi, Quique Dacosta y Diverxo. Lasarte, Enoteca y Àbac, con dos, deberán esperar una temporada más a entrar en el olimpo de los dioses.