Marguerita Maccapani Missoni: "La moda necesita conciencia"

Vestida con sandalias con margaritas, pantalón tostado y un jersei con el inconfudible e imitado zigzag de Missoni en rojo, rosa y verde, Margherita Maccapani Missoni ha estado este miércoles en Barcelona para recoger, de manos del 'conseller' Jordi Baiget, el 'Fashion tribute', el premio que la 080 Barcelona Fashion le ha concedido a su madre, Angela Missoni, directora creativa de la célebre firma italiana Missoni.

"La familia lo es todo. Mi madre, que prefiere estar detrás del telón, se ha encargado de poner al día el negocio familiar y de regenerar la empresa que crearon mis abuelos. Ella ha apostado por el 'prêt-à-porter' de calidad. Y ha creído en el talento de los jóvenes fotógrafos que empezaban como Mario Testino", ha recordado este miércoles esta mujer de 34 años, madre de dos hijos y diseñadora de su propia firma, Marguerita Kids, una licencia más del emporio familiar, que incluye desde las colecciones de hombre y mujer hasta interiorismo para casa.

Margherita creció respirando moda. Su abuela la llevaba a las tiendas de Milán para que escogiera sus vestidos. "Yo era la reina de los lazos y de los disfraces y no me perdía ni una semana de la moda", ha rememorado.

UNA 'IT GIRL' PIONERA

Antes de que la palabreja existiera, ella fue una auténtica 'it girl'. "A mis 18 años yo creé la imagen del estilo 'bobo chic', pero la artista era mi madre, yo era el anuncio", ha reconocido. Y ha añadido que Missoni sigue viva en un momento en que otras marcas, que no ha citado, "son muy aburridas". También ha insistido en que "la moda no existe si no llega a la calle".

En el Auditori Francesc Cambó del Recinte de Sant Pau, Margherita ha protagonizado una conversación con Lisa Lovatt-Smith, que fue directora de moda de 'Vogue' y creó una oenegé en África llamada OAfrica, que trabaja para intentar que los niños permanezcan unidos a sus familias en Ghana. "Yo he estado allí como voluntaria -ha explicado Margherita- y me he involucrado con este proyecto". De hecho es la embajadora de OAfrica en Italia.

IMPLICACIÓN

"Es saludable abrir nuevos horizontes en la vida. Y tener aficiones, dedicarse a pescar, a coger setas o a hacer adornos florales. Yo me involucré en un proyecto de ayuda como este. Creo que la moda necesita conciencia y las empresas deberían buscar algo más que rentabilidad e implicarse con la sociedad", ha remarcado.

Y como su punto débil son los niños, ahí está ella también al frente de Marghertia Kids y con un concepto "muy meditado". "Vi que había un nicho de mercado, y por eso me lancé. Mi apuesta es el 'mix', el mezclar prendas. Hago colecciones con diferentes tejidos y estampados. Pero la gracia es dejar que el niño o la niña los combine como quiera, con libertad, porque quedan bien. Es un poco lo que hicieron mi 'nona' [abuela] y mi madre conmigo, dejarme libre para que desarrollara mi creatividad".