PROBLEMAS DE ALCOHOLISMO

Don Draper se toma la última copa

Jon Hamm, que da vida al personaje de 'Mad men', sale de una clínica de desintoxicación tras un mes ingresado

Jon Hamm, el lunes, sentado en la escultura inspirada en 'Mad men' que se exhibe en Nueva York.

Jon Hamm, el lunes, sentado en la escultura inspirada en 'Mad men' que se exhibe en Nueva York.

RICARDO MIR DE FRANCIA / WASHINGTON

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Cuando James Galdonfini empezó a interpretar a Tony Soprano, su vida real empezó a parecerse peligrosamente a la de su personaje en la pantalla. Tuvo problemas con las drogas, se divorció y, de tanto en tanto, desaparecía del estudio sin explicación. Algo parecido le ha sucedido al Don Draper de Mad men, el ejecutivo publicitario de pasado oscuro, mujeriego y propenso al trago. Según ha anunciado su portavoz, Jon Hamm acaba de completar un tratamiento de 30 días para recuperarse de su adicción al alcohol. Le ha acompañado la actriz y directora Jennifer Westfeldt, su compañera sentimental desde 1997.

El actor de 44 años estuvo ingresado en el hospital Silver Hill de Connecticut, pero no hay muchos más detalles porque la familia ha pedido respeto a su privacidad. Hamm ganó en el 2008 un Globo de Oro por la serie que le hizo mundialmente famoso tras unos inicios profesionales muy discretos y ha recibido siete nominaciones a los Emmy por el mismo papel.

ALEJARSE DEL PERSONAJE / Pero en las entrevistas siempre ha querido alejarse del personaje que interpreta en la pequeña pantalla. «No soy tan de método. Soy muy consciente de que interpreto un papel. Don Draper es un tipo bastante deprimente y despreciable, así que no entiendo qué interés podría tener en llevármelo a casa», le dijo en el 2013 al británico The Observer.

En solo unos días, el próximo 5 de abril, se estrena en Estados Unidos la última y definitiva temporada de Mad men, una serie que arrasó en los años posteriores a su estreno gracias al aplauso de la crítica y el público. En una entrevista del año pasado, Hamm reflexionaba sobre la dificultad de cerrar la etapa más importante de su trayectoria profesional. «No hay ninguna versión del final que no vaya a ser superdolorosa para mí», le confesó al Washington Post. «Mad men ha sido una constante en mi vida creativa durante la última década, así que me va a resultar difícil», añadió.

Aunque la noticia no sea particularmente buena, el paso de Hamm por rehabilitación ha servido de anzuelo publicitario para la serie. Su protagonista lo negará, pero ni siquiera Don Draper lo podría haber tramado mejor.