LAS 'CELEBRITIES' Y SU PARODIA EN LA RED

El terror de las estrellas

La cómica Celeste Barber ridiculiza las fotos de famosos en Instagram

Barber imita a Demi Moore

Barber imita a Demi Moore

SANTOS MARTÍNEZ / BARCELONA

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Celeste Barber se niega a que Instagram sea un criadero de fotos de gatitos, platos de comida o piernas con un mar de fondo. El 10 de julio del 2013, esta cómica australiana subió a su cuenta un montaje en el que aparecían, a un lado, Miranda Kerr y su hijo Flynn. Al otro, ella y su hijo en una fotografía más, digamos, natural. Aunque esa foto no tuvo mucho recorrido, fue el comienzo de algo. Una semana más tarde, Barber repetía la fórmula. Esta vez la elegida fue Jennifer Hawkins, espectacular, bronceada y sonriente, con sombrero y tabla de surf. A su lado, Barber con un impermeable amarillo, hombros caídos y cara de qué le vamos a hacer. Pues desarrollar la idea y convertirla en un fenómeno de Instagram, Celeste.

En enero del 2015, y ya con el hashtag #celestechallengeaccepted, publicó otro montaje con un premonitorio «I'm starting something». Desde entonces ha publicado más de 50 fotos con la misma etiqueta. Kim Kardashian, Miranda Kerr, Paris Hilton, Kylie Jenner, Rihanna o Justin Bieber son algunas de las celebridades víctimas de su mordacidad.

Nuevo significado

La australiana ridiculiza y otorga un nuevo significado a las fotos de estos famosos. Si Justin Bieber aparece con el pelo mojado y un cuchillo afilado en la lengua, Barber se coloca en los labios un untador. Y también saca punta a sus tatuajes: un 1+1=2 en lugar de las ceremoniosas cifras romanas del canadiense y una corona que parece dibujada por un niño de cinco años en lugar de la que luce en el pecho de Bieber, digna de Isildur.

Y si la cantante Sia se cuelga de las paredes justo debajo de una puerta, Barber se coloca una peluca, pone cara de susto y titula: «Para estar seguro en un terremoto, ponte bajo el marco de una puerta».

Barber, conocida en Australia por protagonizar la serie All saints, critica la falsa naturalidad con la que ciertas celebridades aparecen en su Instagram. Si Miranda Kerr posa con un helado en la mano para la campaña publicitaria de Magnum, Barber repite la escena con cara de asco y comenta: «Cosas que las modelos fingen comer por dinero». También tuvo réplica la foto en la que la modelo australiana aparece con un cartel que dice «Ama cómo eres justo code la manera que eres». Barber puso morritos y escribió: «No merece la pena intentarlo si no te pareces a esto». Nadie se le resiste. Nadie.

Fotos sin filtro

La víctima favorita de Celeste es la modelo que revienta la red cada vez que sube una foto, ya sea esta de su marido, su ojo, su peluquera, su desayuno o su trasero. Barber ha ridiculizado a Kim Kardashian en más de un tercio de sus publicaciones. Parece tener una fijación especial con ella. No le pasa una. «Estoy jodidamente sexI cuando estoy cansada», escribe Barber junto a una foto suya bostezando en pijama. Al lado, Kim Kardashian se frota un ojo en un mundo en el que no hay despertares ordinarios.

En menos de un año, esta humorista ha conseguido que #celestechallengeacepted se convierta en tendencia. Sus fotos sin filtros -de verdad, sin filtros- ganan adeptos. Hasta le han salido imitadores. Y su popularidad no deja de subir. De los 38 me gusta de la foto de Miranda Kerr y su hijo, a los más de 5.000 de la última de, claro, Kim Kardashian.

A la derecha sale la estrella en una piscina de pintura plateada. Cubierta de esa pintura, mira hacia arriba, como pidiendo sitio en el Olimpo. A la izquierda, Barber. Tumbada en un barreño y embutida en un mono de látex gris. «Tumbada desnuda en una piscina de pintura y llamándolo arte», reza el título. Es una broma, pero quién sabe qué diría Duchamp si levantara la cabeza.