LA FOTÓGRAFA BARCELONESA INAUGURA EN MADRID UNA EXPOSICIÓN QUE MUESTRA PARTE DE SU OBRA

Colita recuerda sin nostalgia

Colita posa junto a una foto suya de Joan Brossa.

Colita posa junto a una foto suya de Joan Brossa.

OLGA PEREDA
MADRID

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«La nostalgia es para la gente que no tiene ganas de vivir». Con esta lapidaria frase, Colita inauguró ayer en Madrid la exposición que resume su vida profesional y personal y que confirma que es la fotógrafa más libre y más divertida que ha tenido nunca un gremio interesante de por sí.

Sin nostalgia, pues. Pero con toneladas de humor y curiosidad. Así deben acercarse, según Colita, los visitantes a la muestra, que estará abierta hasta el 5 de mayo en la Escuela de Fotografía Efti. «¡¡¡Gracias por mirar!!!», exclama la autora en la presentación de la exposición.

En ese mismo texto también afirma Colita que, después de haber trabajado durante 45 años como «una trapecista sin red», cuelga las cámaras porque está «hasta el moño». Pero no es verdad. La cámara le sigue tirando. «A partir de ahora curraré en lo que me apetezca», destacó en una frase trufada con certeras palabrotas. Eso sí, trabajará sin hacer pasillos y sin rogarle a ningún político que le dé un proyecto. Es decir, a sus 68 años, Colita seguirá siendo libre. «Igual mañana monto un magnífico reportaje sobre banqueros en la cárcel», advirtió.

La exposición refleja lo mejor de la vida cultural y social de la Catalunya de los años 60. Las imágenes huelen a gauche divine, a Bocaccio, a libertad, a cine, a flamenco y a nova cançó. Todos los que formaron parte de ese universo aparecen en las fotografías. Ahí están Terenci Moix, Serrat, Rafael Alberti, Antonio Gades, Mario Vargas Llosa y Orson Welles.

Colita, en declaraciones a Efe, no tuvo miramientos con otros personajes, como Dalí, a quien calificó de «cabrón y franquista baboso».