la metamorfosis de UN NUEVO ÍDOLO DEL CINE

El cambio radical de Chris Pratt

El protagonista de 'Guardianes de la galaxia' estrena físico y estrellato

Chris Pratt luce torso musculado como el simpático mercenario Star-Lord de 'Guardianes de la galaxia'.

Chris Pratt luce torso musculado como el simpático mercenario Star-Lord de 'Guardianes de la galaxia'.

LUIS ALBERTO MORAL
BARCELONA

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Hollywood resucita el sueño americano. Díganselo a Chris Pratt, un gracioso excamarero gordito que se ha erigido en estrella de Marvel. El protagonista de Guardianes de la galaxia (interpreta al simpático mercenario Star-Lord) encabeza el reparto de la película número uno de la taquilla estadounidense. De origen humilde, Pratt es conocido por el personaje de Andy Dwyer, el entrañable regordete de la serie Parks and Recreation. El actor lo define así: «Él cree que es un hombre atractivo, pero es solo un tipo con papada y panza que se sienta a tomar cerveza y comer pizza, y que no está trabajando para lograr nada». En la vida real, ha demostrado todo lo contrario. ¿Cómo es posible que un actor rechoncho se convierta en el superhéroe de moda en tan solo seis meses?

El proceso fue duro. Entrenaba unas cuatro horas al día (gimnasio, kick boxing, natación, correr), tutelado por un grupo de entrenadores y nutricionistas para transformar su cuerpo fofo en un torso musculado. Adelgazó 27 kilos. «Estaba meando todo el día. Esa parte fue una pesadilla», bromea de una metamorfosis que lo ha situado en el olimpo sexi de Hollywood. No tenía otra; el cambio físico era clave en la preparación de Star-Lord.

VIVIENDO EN UNA FURGONETA // El intérprete, de 35 años, era conocido como secundario en cintas como Money-

ball, La noche más oscura y Her. Su carrera empezó cuando trabajaba de camarero en Hawái, en el Bubba Gump de Maui, y la actriz Rae Dawn Chong le descubrió. Abandonó la isla, en la que llevaba una vida disoluta (vivía en una caravana decorada con un dibujo de Scobby Doo, fumando y bebiendo más que trabajando), para buscarse la vida en la interpretación. Empezó en cintas de serie B hasta que llegó a series como The O.C. y Everwood. Allí conoció a Anna Faris, su mujer -conocida por la saga Scary Movie-, con quien tiene un hijo de dos años. Aquellos papeles le dieron un nombre que no ha parado de crecer.

Como su cuerpo. «No siempre he estado gordo, lo he estado los últimos ocho años, lo cual es divertido y genial. Me gusta comer y beber mientras me divierto en mi vida. Pero estaba un poco deprimido», admitió en la promoción de Guardianes de la galaxia. Es el personaje que le ha llevado al estrellato, y al que volverá a encarnar en la secuela del 2017. También protagonizará la próxima entrega de Jurassic Park (Jurassic World, en el 2015), que rodó en Hawái. Volvió a la isla, pero ya no como el sintecho que fue.

También su infancia como lector de cómics. Recuerda que de niño se gastó el premio de un bingo (la afición de su madre) en tebeos, incluido un ejemplar de Guardianes de la galaxia. «Estaba fascinado con la forma de los personajes. Solo sus cuerpos, no sus disfraces o armas. Era el músculo, la estructura, las proporciones. Recuerdo comprar un juego de Marvel para aprender a dibujar y  la estética de sus cuerpos fue lo que más me cautivó, así que tuvo sentido que cuando fuera a protagonizar este papel esta era la cosa que más me iba a importar. Necesitaba verme como un superhéroe». Ahora es el rostro franquicia del filme.

«Si mueves el culo y vas tras ello, en realidad te lleva como unos seis meses. Y seis meses vuelan si trabajas todos los días o no», dice del cambio. No probó la cerveza en esos seis meses, reveló en un selfie en Instagram con el que presentó al mundo de su nuevo cuerpo. En la última fotografía en la red social, dos trozos de pizza auguran que ha vuelto a las andadas. Además, Anna Faris reconoció que le gusta su marido con algo más de carne. Pero él sigue trabajando en el gimnasio una hora al día. Y no cree que vuelva a engordar porque ha aprendido a comer sano, y tiene sensación de control. Ese es, claro, el precio de la fama.