Álvaro Soler y JLo, bajo el mismo sol

Del mundo y para el mundo. El joven catalán Álvaro Soler era aquí un desconocido hasta como quien dice anteayer. Pero no en otros países. Su radiante tarjeta de presentación ha sido la canción del verano en Italia, donde no puede andar por la calle sin que se arremolinen los fans a su alrededor. El mismo sol se titula. Cantada en castellano y cotizando también al alza en otros países europeos. Y en pleno umbral del éxito, no podía haber encontrado mejor madrina: Jennifer Lopez acaba de grabarla a dúo junto a él.

Pero El mismo sol no se ha grabado en Italia, España ni América. Soler ha nacido como solista en Alemania, donde lleva varios meses viviendo. Allí ha grabado su primer disco, de título también soleado: Eterno agosto. «Fue el pasado agosto cuando empecé a componer las canciones, con un pie en Berlín y otro en Sant Cugat, hasta que a principios de este año me instalé allí», cuenta Soler.

Tiene 24 años y hasta hace poco alternaba los estudios de Ingeniería de diseño industrial con el grupo Urban Lights, cuyo guitarrista forma parte ahora de la banda germano-latina que le acompaña. Grababan en inglés y se autoproducían. «Más que nada, porque no conseguimos ningún contrato discográfico», admite. Una editorial de canciones sí se fijó en ellos, y como él componía le propuso un fructífero encuentro en el Tirol austriaco con otros pujantes autores internacionales.

Forma parte de una generación en la que muchos son los que tienen que hacer las maletas para encontrar una salida profesional. Sin embargo, él lleva la condición de trotamundos en su propia carga genética. En realidad se llama Álvaro Tauchert Soler. Su padre es prusiano nacido en Indonesia. Su madre, catalana de ascendencia belga, y actualmente chef del restaurante de comida japonesa Kiku, en el corazón del Raval. «Cuando tenía 10 años nos instalamos toda la familia en Japón y no volvimos a Barcelona hasta que cumplí los 17», recuerda.

Políglota y músico autodidacta. Toca el piano y la guitarra, aunque no iba para cantante. «De hecho, cuando iniciamos este proyecto no estaba pensado para que lo cantara yo». Compone mano a mano con los productores alemanes Simon Triebel y Ali Zuckowski, este último autor de la canción con que Conchita Wurst ganó Eurovisión. Musicalmente funcionan como si de un grupo se tratara. «Aunque, al ser en castellano, las letras me toca hacerlas casi enteras a mí». La filial alemana de una multinacional se entusiasmó con Eterno agosto. Pop mestizo made in Germany con vistas a diferentes mercados. Empezando por Italia, donde este verano ha estado cuatro semanas en el número uno de las listas de ventas y se codea ya con Neck y otras figuras consagradas.

El mismo sol ha sido también número uno en Suiza y campa por las listas francesas, holandesas, belgas... «Cuando vuelvo a Barcelona me ilumino de ilusión al ver a la familia y los amigos», cuenta. Y también recibe alguna que otra sorpresa: «El otro día iba por la Rambla tan tranquilo y me paró un grupo de italianos entusiasmados». Algo que le ha sucedido más de una vez en Berlín. «Allí tampoco hemos empezado aún la promoción y cuando salgo no tengo el chip de pensar en cómo vestirme para que no me reconozcan». La súbita popularidad que tiene en Italia promete extenderse pronto. Y más desde su flamante dúo con Jennifer Lopez. De agosto a la eternidad.