Álex González, un actor en órbita

Hace cuatro años, Álex González se reía cuando se le preguntaba por la fama. “A mí no me conoce nadie”, asumía con humor. Y eso que había rodado ya unas cuantas películas ('Luz de domingo', 'Alacrán enamorado'...) y había hecho también algún pinito en Hollywood ('X-Men: Primera generación'). En el 2013, a punto de estrenar 'Combustión', el madrileño sonreía porque la fama no iba con él. Poco después apareció 'El Príncipe' (Tele 5) y su vida hizo boom. 

Ahora, cada vez que González baja al súper a hacer la compra -por decir algo- sabe que le va a llevar mucho más tiempo del necesario. “La gente es cariñosa y se quiere hacer fotos conmigo. Lo vivo con gratitud”, responde el actor, dueño de unos modales exquisitos. No hay muchos colegas de profesión que cedan el paso al periodista o que le den el único vaso de agua que hay en la mesa en lugar de quedárselo él. González lo hace.

CEREBRAL Y ATORMENTADO

El actor, que tiene 36 años y lleva desde los 22 trabajando, está en plena promoción de 'Órbita 9', un 'thriller' romántico y futurista en el que da vida a un ingeniero robótico encargado de reparar la nave donde una joven (Clara Lago) viaja sola por el espacio. Puede que no sea la primera vez que vemos en cine una historia así, pero 'Órbita 9' tiene empaque, intriga, connotaciones ecologistas y el notable esfuerzo de sus dos protagonistas, que se dejan la piel en unos personajes muy diferentes a los interpretados hasta ahora. El noble y musculoso policía de 'El Príncipe' es aquí un hombre cerebral y atormentado. “Es -a su juicio- sobresaliente con los números, pero con nula inteligencia emocional”.

El subtítulo del filme, que se estrena el viernes, dice: “Amar te hará libre”. Y a González le parece precioso. “Ahora mismo estoy soltero, pero soy un romántico empedernido, mantengo esa cosa idealista del amor”. De hecho, está convencido de que el estado ideal de una persona es en pareja. Lo dice él, que de novias sabe un rato. Se le ha relacionado con Mónica Cruz, Chenoa y Adriana Ugarte, con quien compartió protagonismo en 'Combustión'.

Quizá sea cuestión de que los 40 se van acercando o por haber nacido en una (humilde) familia de tres hermanos, pero tiene claro que la paternidad es otra cosa fundamental en la vida. Él no la descarta, a pesar de su vorágine laboral. “Creo, como dice el subtítulo de la película, que el amor nos hace libres. Pero no solo el amor de una pareja sino también de los hijos. Es algo que no descarto, pero ahora no tengo pareja y para mí los niños deben nacer del amor”, confiesa.

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Amor, y mucho, es lo que siente hacia su mentor, su amigo, su padrino, su hermano mayor: Jose Coronado, compañero en 'El Príncipe' y en la nueva serie de Tele 5, 'Vivir sin permiso'. Coronado asegura que González está hecho de una pasta especial, le adora. Se adoran. También en la distancia. Cuando el protagonista de 'Alacrán enamorado' se marchó a Los Ángeles para "ejercer de aprendiz” mantenían contacto digital. “Somos como novios, hablamos por Skype todo el tiempo”, aseguraba entonces Coronado. “Solo nos falta el sexo”, se ríe ahora González para quien su amigo y mentor es un maravilloso regalo que le ha dado la profesión, un tipo con un currículo gigante "que se sigue emocionando con cada nuevo proyecto".

González también es un enamorado del trabajo. Pero a la hora de establecer prioridades, considera que la sanidad y la educación deben estar siempre por encima de la industria del cine. “Es verdad que no hablamos solo de entretenimiento. Somos cultura. Pero creo que los actores nos damos demasiada importancia”. No es su caso. Al menos, de momento.