LOS VETERANOS MÚSICOS ACUDEN A UN ENSAYO PARA FESTEJAR LA CELEBRACIÓN

Abuelos de la OBC

Tres fundadores, de 100, 98 y 91 años, celebran 70 años de la orquesta

Los fundadores de la antigua OBC Joan Poch (izquierda), Maria Lluïsa Sánchez y Adrià Sardó (con corbata roja) y Pablo González, titular de la OBC,

Los fundadores de la antigua OBC Joan Poch (izquierda), Maria Lluïsa Sánchez y Adrià Sardó (con corbata roja) y Pablo González, titular de la OBC,

MARTA CERVERA
BARCELONA

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Ni Maria Lluïsa Sánchez, arpista de 91 años, ni Adrià Sardó, violinista de 98, ni Joan Poch, contrabajista de 100, hubieran imaginado  nunca que estarían tantos años ligados a la Orquestra Simfònica de Barcelona i Nacional de Catalunya (OBC), que primero fue Orquesta Municipal y después Orquestra Ciutat de Barcelona (OCB). Dieron el primer concierto con ella el 30 de marzo de 1944 a las órdenes de Eduard Toldrà y, desde que dejaron sus atriles en escena tras 40 años de servicio, han seguido escuchándola como abonados. Ayer con motivo del 70º aniversario de la formación este trío de músicos decanos fueron invitados a presenciar un ensayo de la Sinfonía número 8 de Mahler, también concocida como Sinfonía de los Mil, que la OBC interpretará el viernes, el sábado y el domingo en el Auditori. A Pablo González, el director titular de la orquesta, le impresionó el buen aspecto de todos ellos, historia viva de la OBC.

«Yo nunca dije que iba a trabajar con la orquesta porque iba a disfrutar», rememoró Maria Lluïsa Sánchez, que se entretuvo algún rato hablando con la actual arpista, Magdalena Barrera. Pese a que tienen recuerdos de todo tipo, directores a los que añoran y otros a los que preferirían no haber conocido, ayer estos tres históricos de la OBC fueron bastante diplomáticos al abordar la memoria de la formación. Prefirieron recordar solo los buenos momentos, especialmente los primeros 18 años de la orquesta a las órdenes de Toldrà. «Fue un maestro extraordinario y una gran persona», dijo Sardó, que además de violinista fue director de otras formaciones. «Te hacía entender la música. Ningún otro, de aquí o de fuera, le superó. Su labor no ha sido suficientemente reconocida», añadió Sánchez.

PLURIEMPLEADOS / «En nuestra época los músicos no tenían el reconocimiento de hoy», admitió Poch. Y el escaso sueldo, recordó, no daba para mucho. Así que muchos lo completaban haciendo doblete. Salían, por ejemplo, del concierto en el Palau de la Música y se iban a tocar con la orquesta del Liceu. Algunos incluso aprovechaban luego para tocar con orquestas de baile. «La gente antes se tenía que espabilar», dijo Poch. Y también se espabilaron a nivel interno. Ellos vivieron la primera huelga de la historia de la OBC que dio origen a la creación de la comisión de músicos.

Sánchez, Sardó y Poch, memoria viva de los orígenes de la OBC, coinciden en los conciertos matinales del domingo. Ella es la única que se moja a la hora de opinar como abonada: «Echo en falta más variedad en la programación y más obras de Brahms, que son magníficas».