EL POPULAR ACTOR FALLECIÓ AYER EN MADRID A LOS 86 AÑOS

La risa y Juanito Navarro

Navarro, con Doña Croqueta (Simón Cabido), en los años 80.

Navarro, con Doña Croqueta (Simón Cabido), en los años 80.

BORJA COBEAGA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

«Me gustan los papeles dramáticos. Los cómicos de verdad siempre hemos servido para todo». En la que probablemente fue su última entrevista, enLa Razón,Juanito Navarrolo decía bien claro. De eso puedo dar fe: un actor de comedia es capaz de hacer drama con una capacidad que para sí quisieran los grandes actores trágicos. Ejemplos hay a manta:Tom Hanks, Bill Murray, Alfredo Landa, José Luis López Vázquezo recientementeCarlos ArecesenBalada triste de trompetason tránsfugas de la comedia al drama con una eficacia descomunal. A veces estos grandes cómicos no tienen oportunidad de demostrar su valía en personajes que no hacen reír pero casi mejor, porque si puedes provocar la carcajada al espectador, para qué vas a andar con cosas más serias. No hay necesidad, porque si se te da bien algo, para qué cambiar. Encasillamiento es una palabra con connotaciones demasiado negativas, como si un maestro panadero necesita preparar un bacalao al pil-pil para demostrar su valía. Si haces bien pan, haz pan y déjate de tonterías.

SELECCIÓN DEL HUMOR / Una de mis fotografías favoritas de siempre es la de la selección española del humor. En esa estampa, probablemente realizada a mediados de los 80, nuestros humoristas más punteros de la época posaban como un equipo de fútbol, vestidos con el equipamiento de la selección. En esa foto estaban todos: Tip y Coll, Martes y Trece (cuando eran tres), Fernando Esteso, Raúl Sénder, Eloy Arenas, Lusson, Doña Croqueta y, por supuesto, Juanito Navarro.Me parece una foto equiparable a la de Luis Buñuel con Cukor, Hitchcock y demás directores exitosos y talentosos de Hollywood. Mucho productor de carcajadas junto, con una acumulación de guasa inigualable.

En una época en que los esnobs se han inventado una etiqueta llamadahumor inteligente que sirve para mirar por encima del hombro a quienes le ríen las gracias a losMorancoso aManolito Royo, me parece que hay que reivindicar un humor sin tipologías. Para mí hay dos humores: el que hace reír y el que no. Evidentemente el primero vale y otro no sirve para nada. Que la risa tengacalidad, que te ríesmejorcon una cosa que con otra me parece de un elitismo patético. Da igual la carcajada producida por los Monty Python o porJaimito Borromeo, por Muchachada Nui o porJordi LP. Es risa, ¿no? Pues eso es lo que cuenta. Elhumor inteligenteexiste solo para los que quieren sentirse más listos por reírse conOscar Wildeen vez de conEl Jueves. Y lo bueno de la risa es que no te preparas para reír, no se rumia, aflora cuando menos te lo esperas. Es una de las cualidades más auténticas que tenemos los humanos. Una risa no engaña. Un actor o guionista de comedia está demasiado habituado a oír el latiguillo «es una mierda pero te ríes». ¿Qué esperabas? ¿Llorar? ¿Pasar miedo? Si te ríes, funciona, así de claro. Los cómicos somos muy prácticos y resolutivos en ese aspecto. Sabemos que hemos hecho bien nuestro trabajo si en el patio de butacas hay risas, alborozo y despiporre. Entonces, sí, misión cumplida.

MUY COMPLICADO / Juanito Navarro hizo reír mucho. Y los que nos dedicamos a hacer comedia sabemos lo complicado que es esto. Conocía bien los mecanismos para hacer feliz al público, cosa que parece fruto de la espontaneidad y de la ocurrencia del momento pero es una ciencia como la copa de un pino: requiere experiencia, mucha práctica y haberse pateado muchos teatros para saber esa cosa tan abstracta que es intuir lo que hace gracia a la gente. Para pasar de la revista a la televisión, de una función con media entrada a programas de audiencia multimillonaria hace falta mucho desparpajo y mucho buen hacer. * Director. Tiene en cartel 'No controles'.