LA GANADORA DE UN OSCAR PRESENTA EN MADRID SU NUEVA PELÍCULA, 'LEJOS DE LA TIERRA QUEMADA'

Charlize Theron destroza el tópico de la 'sex symbol'

Charlize Theron, durante la presentación, ayer en Madrid, de su última película.

Charlize Theron, durante la presentación, ayer en Madrid, de su última película.

MERCEDES JANSA
MADRID

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"Cuando me levanto por la mañana, no soy así". Lo dice una guapísima Charlize Theron que si está harta de que le pregunten cómo es posible ser bella y buena actriz lo disimula con gran paciencia, naturalidad y profesionalidad. Lleva dos días en Madrid haciendo frente a cuestiones similares y desbaratando los tópicos que encorsetan a quienes son encasillados como sex symbol. Y tras haber trabajado junto a otro icono como Kim Basinger afirma que "no se debería juzgar a los actores por su físico" porque se puede caer en cierto "tipo de racismo", de lo que ella, surafricana de nacimiento, algo sabe.

Ganadora de un Oscar por el personaje de una asesina en Monster y alabada por la crítica por su papel de la mujer policía en En el valle de Elah, Theron se enfrenta ahora a otro personaje duro, una mujer implacable en sus relaciones con los hombres, que se verá obligada a asumir su pasado. Es la protagonista de Lejos de la tierra quemada, el debut en la dirección del guionista mexicano Guillermo Arriaga (Amores perros y Babel, entre otras, han salido de su imaginación), en la que también figura como productora ejecutiva. Y como tal sugirió, para interpretar a su madre, el nombre de Basinger, otra sex symbol en los 80 y con un Oscar en los 90. "Siempre fui fan de ella", explica. "Y ahora es más sabia, más fuerte y tiene más confianza para interpretar ese personaje", opina.

TRANSFORMACIÓN

Es un poco "simple", según Theron, hablar de su carrera como la de una mujer sexi que gana premios cuando aparece fea ante la cámara. "El trabajo de un actor es transformarse", replica.

Parece imposible eludir una cuestión que ella ha comentado con atractivos compañeros del star system como Robert Redford. "Es como si fuéramos incapaces de tener ciertas emociones por tener un físico determinado", afirma esta mujer que ha lucido su cuerpo en el cine (su espalda desnuda es el primer plano del filme de Arriaga) y en un anuncio de la firma Dior, y que confiesa sentir todavía cierta vergüenza cuando su novio desde hace ocho años, el actor y director Stuart Townsend, la ve desnuda.

Con camiseta y pantalones negros bajo una chaqueta gris, el mismo color que sus altísimos zapatos de ante, la rubia actriz de 33 años confiesa que en la intimidad es muy "payasa". Pese a que los directores llevan 15 años ofreciéndole papeles dramáticos, a ella le gustaría hacer comedia pero no del tipo romántico sino de las que firman los hermanos Cohen, maestros, como han demostrado en Quemar después de leer, en lograr que los más bellos y deseados de Hollywood rompan los esquemas con sus bufonadas.

A lo que Theron no parece tentada, de momento, es a dirigir. Está "orgullosa" de todos sus trabajos, incluso de los que no han merecido comentarios positivos de la crítica. Su experiencia desde los cuatro años como bailarina le ha ayudado a saber usar el cuerpo para transmitir emociones. Y a ello se aplica en Lejos de la tierra quemada.