'Salvados' vuelve a arrasar en Twitter con su análisis de la crisis

El primer programa de Évole en la nueva temporada resalta el papel de aquellos que luchan a pie de calle por los más desfavorecidos

EDUARDO LÓPEZ ALONSO / Barcelona

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La crisis en España. La nueva temporada de 'Salvados', de Jordi Évole, ha vuelto a la carga con el mismo estilo de denuncia a pie de calle de siempre, reporterismo callejero al cubo, mosaico de voces anónimas y de las otras, avalancha de impresiones de gente de la calle y de expertos. Comprometido con la denuncia social televisiva, Évole ha vuelto a poner en imágenes la opinión mayoritaria en España, esa que considera que la crisis, al margen de fríos indicadores económicos, ha calado y cala hondo sin paliativos. Évole ha vuelto a situar 'Salvados' en la lista de los temas más comentados de Twitter, con los hashtags #salvados, #vuelvesalvados, #évole, #lavidasigueigual. Múltiples vías para llegar al comentario del programa.

Un centro comercial y un barrio como Ciutat Meridiana de Barcelona es el marco adecuado para abordar el análisis sociológico del descontento de un malestar social. Quizá uno de los éxitos del programa de Évole es simplemente amplificar y confirmar aquello que la mayoría siente en sus propias carnes. "La vida ha empeorado", "hay más tristeza en la calle", "dependemos de los abuelos", "la vida sigue, pero no sigue igual"... algunas de las frases para abrir un primer programa de la temporada que desata la angustia del televidente.

Con una camisa a cuadros que sirve de nexo de unión entre imágenes y escenas, Évole y su Ipad son los conductores de un programa descriptivo de distintos problemas de la actual crisis social española y la función de aquellos que intentan aliviar la situación. En este programa, Évole vuelve a emplear el careo como fórmula para animar el discurso. Ciudadanos de paso participan en la polémica de la inmigración, de la ocupación de pisos vacíos, asamblea improvisada o no retransmitida en directo. Protagonismo para aquellos que difícilmente tienen voz en los medios de comunicación.

Líderes vecinales contra el desahucio, una monja que trabaja a pie de calle, el plato de lentejas del colegio (la metáfora del hambre) configuran el discurso para de denuncia de la necesidad extrema que existe y que no ha querido ser vista por los gobernantes hasta que ha sido inapelablemente evidente. El hambre ha llegado a España. Évole aplica las técnicas básicas del periodismo para confeccionar un discurso de opinión. Recurre a fuentes y testigos directos, del ejemplo dibuja las tesis generales. Como colofón al programa recurre a un indignado ilustre, un escritor, Arturo Pérez-Reverte, periodista y escritor, intelectual crítico experto en poner en palabras la denuncia colectiva. "Incluso el miserable tiene demasiadas cosas que perder", opina Pérez-Reverte que hacen que sea imposible la revolución.

Pérez-Reverte denuncia que era previsible la situación de crisis actual y que "España es un país maldito históricamente". Pérez-Reverte busca en la historia (su imaginario como escritor) las causas de lo que es España en la actualidad, un clero y una aristocracia "estranguladora", una "casta intocable" que se defiende a sí misma. Unas élites, económicas y políticas, que gobiernan desde hace mucho tiempo. "Siempre han sido los mismos", advierte el autor de 'El capitán Alatriste'. "No siempre hay soluciones, hay mecanismos, aventuras por correr, ¿pero soluciones?", reitera el pesimista Pérez-Reverte. Habrá una nueva generación, que será mejor "ante la certeza de que el desastre estará siempre presente".

Algunos de los tuits de la jornada: