Alaska, 50 años muy movidos

Lleva 35 años siendo uno de los rostros más reconocibles de la cultura popular de este país. Siempre en la pomada, siempre citada y comentada, aunque para ello tuviera que reinventarse a sí misma mil veces. Ahora celebra sus primeros 50 años con una gira que el viernes la traerá a Razzmatazz. He aquí medio siglo de vida de Alaska resumido en cinco estampas.

Años más tarde, Alaska confesaría que la actitud punk con la que irrumpió en la escena underground madrileña de finales de los años 70 solo era una coraza para proteger su timidez. Ciertamente, epató. En el canon moral del momento no encajaba que una cría de 14 años se enrolara con una cuadrilla a la que había conocido en el Rastro para montar la banda Kaka de Luxe. Ni que a los 16 practicara una sesión de lluvia dorada ante la cámara de Pedro Almodóvar en 'Pepi Luci Bom y otras chicas del montón'. Pero allí estaba ella, esquivando las miradas de espanto del Madrid que se restregaba las legañas del franquismo y se asombraba al verla pasar con aquellas pintas. Motivos para la rebeldía no le faltaban.

En 1973, con apenas 10 años, la trajeron de México, y a la niña de las minifaldas de colores le plantaron de repente un uniforme escolar. «En aquel Madrid todo era gris», ha recordado luego. Hija de un exiliado de origen asturiano casado en terceras nupcias y una cubana huida del castrismo en su segundo matrimonio, Olvido Gara Jova aterrizó en España y en la adolescencia con ganas de poner patas arriba lo que no le gustaba. Incluido su nombre: a los 12 años oyó la palabra Alaska en una canción de Lou Reed y encontró su marca personal.