No es necesario subir el IVA

Clase magistral del profesorGay de LiébanaenEl gran debate(T-5). Primero, frente a una pizarra, nos explicó qué sectores han generado la bárbara e insoportable deuda del Reino de España. La mayor parte de este dogal económico lo han generado las empresas que cotizan en el Ibex 35, y en segundo lugar las administraciones públicas, o sea, las administraciones del Estado. Lo cual nos coloca ante algo tremendo: más de 950.000 millones de euros de deuda«y mucho cuidado-nos decía el profesor- que esta cifra es casi la del PIB español».Es decir, debemos prácticamente todo lo que ingresa el Estado anualmente. Lo más luminoso y terrible, no obstante, vino después, cuandoGay de Liébanase sentó en la mesa y lanzó el siguiente requiebro, que puede ser entendido como una denuncia en toda regla:«Todos los años analizo a las empresas del Ibex 35, y quiero resaltar que todas, absolutamente todas, tributan solo entre el 5% y el 10% en el impuesto sobre sociedades. Algunas, incluso, por debajo del 5%. Si se incrementase este impuesto de las grandes empresas, empresas que tienen enormes beneficios, no haría ninguna falta subir el IVA: con este incremento se recaudaría mucho más que subiendo el IVA. Falta voluntad política». Preguntó entoncesJordi González,sorprendido:«¿Y eso no se le ha ocurrido a nadie?»YLiébanarespondió:«Lo vienen advirtiendo los inspectores de Hacienda desde hace tiempo, pero nadie les hace caso».¡Ahh! Incluso un ignorante como yo lo entendió perfectamente. Está clarísimo.

LOS RÍOS. -Se acaba de estrenar en El 33 un humilde programa tituladoRiu avall. Es una maravillosa orfebrería. El gran naturalistaJosé Luís Gallegose ha tomado la molestia de visitar nuestros ríos. Y ha comenzado con el Fluvià, siguiéndolo desde el Collsacabra hasta su desembocadura en Sant Pere Pescador. No ha sido una visita: ha sido una conversación con el río, como soloGallegosabe hacerlo. Sus aguas, sus piedras -el fantástico Pont Vell de Besalú-, sus habitantes, como esa extraordinaria criatura llamada nutria. Este trabajo es una joya que el realizadorDavid Fontsecaha engarzado con delicadeza exquisita. Esta sensibilidad, en clave de servicio, solo puede degustarse en una televisión pública. En las otras cadenas son temas considerados prescindibles. Los desprecian incluso. ¡Ahhh! Despreciar los ríos, qué burricie, ¡Dios mío!