La esposa del presidente de la Cámara de los Comunes escandaliza al Reino Unido

Sally Bercow, esposa delspeaker (presidente) de la Cámara de los Comunes, ha causado indignación o hilaridad, según los casos, entre los políticos británicos al posar para la revistaES Magazinecubierta solo por una sábana y con el Parlamento al fondo. En la revista, Bercow, de 41 años, afirma que el hecho de vivir en un apartamento a cargo del erario público en el palacio de Westminster, sede del Parlamento, ha vuelto más picante su vida sexual.

"Desde que John fue nombradospeaker, hay muchas más mujeres que le persiguen, pero no estoy celosa, porque lo mismo ha ocurrido en mi caso con los hombres", explica Bercow en unas declaraciones que han sido ampliamente reproducidas por la prense británica. "Cuando John y yo nos hacíamos la corte, solíamos pasar por las márgenes del río y mirábamos las Casas del Parlamento. Nunca me imaginé losexique sería vivir bajo el Big Ben y oír las campanadas", añade la esposa de John Bercow.

La erótica del poder

Bercow también analiza la erótica del poder y subraya que aunque "los políticos como tales no son particularmente gentesexi", "sí puede serlo la política porque el poder es un afrodisiaco". También revela que le resulta "divertido" que la consideren la "Carla Bruni de la política británica".

Las declaraciones y la pose provocadora en la que aparece en la foto han suscitado comentarios de desaprobación entre muchos diputados, que califican su comportamiento de "inapropiado". Un portavoz del primer ministro, David Cameron, no ha podido resistir la tentación de bromear y ha señalado: "Claramente el primer ministro y la señora Bercow tienen una relación muy distinta con elspeaker".

No es la primera vez que Bercow incomoda a los diputados conservadores. Antes ya les irritó con sus críticas al Gobierno de Cameron y su apoyo a la oposición laborista. El acceso de John Bercow, que procede de las filas conservadoras, a la presidencia de los Comunes con ayuda de los laboristas indignó en su día a muchos de sus correligionarios, que no se lo han perdonado.