Las cadenas de la libertad orgánica

La cadena humana independentista, en la muralla china, este sábado.

La cadena humana independentista, en la muralla china, este sábado. / periodico

SAÜL GORDILLO

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Algunos partidos no paran de sorprendernos. Dan o deniegan libertad para que su gente vaya a tal acto o deje de participar en tal otro. La política del toque de pito no funciona. Ya no funciona. El miércoles de la semana que viene verán ustedes unos cuantos militantes de uno u otro partido en la cadena o en la playa tomando el sol o dónde les plazca. La gente es libre para ponerse una camiseta amarilla y buscar cualquier excusa para hacer una excursión, o simplemente porque considera que su presencia física ayudará a una causa u otra.

Socialistas y socialcristianos, los hay independentistas, federalistas, autonomistas y españolistas. Que los dirigentes den instrucciones en una u otra dirección no tiene ningún sentido. A su militancia, la Via Catalana les divide, les supone un problema. Dejen, pues, que hagan lo que les pida el cuerpo y dedíquense, a lo sumo, a coordinar declaraciones y asistencia de sus máximos representantes. Tiene gracia que los que no son capaces de poner orden en sus cúpulas sean los que digan al militante que aún paga el carnet del partido si puede ir a comer un arroz a Amposta o unas anchoas a l'Escala con la excusa festiva o reivindicativa de una cadena humana.

No entienden que las cadenas de la libertad orgánica ya cayeron para la mayoría de los militantes, internautas, gente culta o simplemente rebotados con el mundo, imagínense si van a entender el sentido de la cadena colectiva del día 11.