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Tristeza, nieve y carcajada

Juan Manuel Freire

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ADIÓS A UN GRANDE

El festival empezó un poco depresivo, entre las nubes y la lluvia y la triste noticia del fallecimiento de Kumar Pallana, actor fetiche del gran Wes Anderson. Pallana brilló como criminal desapasionado en su debut, Ladrón que roba a otro ladrón. Y el bajito pero enorme intérprete hindú acabó siendo parte clave del universo Anderson (recordemos sus papeles como el genial jefe de mantenimiento de Academia Rushmore y, sobre todo, el mayordomo Pagoda de Los Tenenbaums. Una familia de genios). Se fue una pequeña leyenda.

Y DESPUÉS LA NIEVE

Gracias a The colony, de Jeff Renfroe. Una historia posapocalíptica sobre un mundo sepultado bajo la nieve, donde la gente malvive y discute algo innecesariamente en unas pocas colonias bajo tierra. Puede ser bonita de mirar, sobre todo por sus fondos digitales, pero carece de tensión narrativa y su guión es un cliché detrás de otro. Además, desaprovecha a Bill Paxton, lo que no tiene perdón.

NEIL JORDAN VIVE

El novelista transformado en gran cineasta (caso insólito) ha vuelto por sus mejores fueros tras la olvidable aventura televisiva de Los Borgia. Es decir, ha vuelto a hacer el cine de género personal que le dio a conocer en los 80 (En compañía de lobos, Mona Lisa). La torrencial Byzantium es la historia de una madre y una hija de tropecientos años, vampiras para más señas, que se nutren del prójimo en un hotel decadente. Tan turbia como mística y lírica.

CRIATURAS INFERNALES

La sesión golfa de anoche en el Auditori (La Nit + Freak) estuvo protagonizada por un bebé del infierno, el de Hell Baby, y un demonio salido de un culo, el de Bad Milo. Películas de broma que son poca broma: en ambas encontramos a cómicos alternativos tan grandes como Rob Corddry, Keegan Michael Key Ken Marino. Impagable el segundo contando a los nuevos inquilinos de una casa que el sitio donde acaban de mudarse es conocido por la zona como Maison de sang. «¿Y qué quiere decir eso». «Casa de sangre».