ENTREVISTA CON EL PROTAGONISTA DE 'GRAND PIANO'

Elijah Wood: «Toco bastante en la película, ¡de verdad!»

J. M. F. / Sitges

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Cuando Elijah Wood aceptó ser Frodo en El señor de los anillos, es como si toda su trayectoria anterior se borrase de la memoria colectiva. Wood es y será Frodo Bolsón. Pero él parece intentar huir del personaje con películas oscuras, personales, rodadas lejos del sistema de estudios yanqui, como Grand piano y la inminente Open windows, de Nacho Vigalondo.

-¿Por qué los jóvenes y modernos directores españoles gravitan hacia usted? 

-(Risas) ¡No tengo ni idea! Ha sido todo bastante orgánico. Desde que los conocí en el Fantastic Fest de Tejas, siempre me he llevado muy bien con ellos. Y me gustan sus películas. Me gustó el guion de Grand piano. Cuando ya estábamos acabando el rodaje, me llegó el de Open windows, y no pude rechazar el proyecto, que me parecía subyugante.

-El año pasado también estuvo en Sitges, en esa ocasión presentando Maniac, de un director francés, Franck Khalfoun. ¿No hay proyectos jugosos en su país? ¿Suele haberlos mejores por Europa?

-En Europa no tienen el sistema de estudios que existe en Hollywood. Aquí cuesta sacar las películas adelante, pero al menos son historias más arriesgadas, en las que el director tiene libertad de acción. Grand piano fue escrita por un estadounidense, pero la dirección me parece muy europea.

-El cine no es su única pasión. También es un conocido fan de la música. Suele pinchar como DJ Frodo.

-Así es.

-¿Y por eso quiso rodar, en parte, Grand piano? ¿Por el contexto musical?

-No exactamente. Me emocionaba más que estuviera contada en tiempo real. Eso y, vale, también que mi personaje tocase el piano. Tuve la oportunidad de aprender a tocar el piano de forma creíble en un tiempo récord.

-Usted no puede ser el que toca las partes enrevesadas de esa pieza imposible de tocar sobre la que gira la acción. ¿Tan rápido aprendió?

-(Risas) No, veamos, es una mezcla. Cuando se ven mi cara y mis manos a la vez, soy yo quien toca. Si no, es mi profesor. Dicho esto, toco bastante en la película. ¡De verdad!...

-¿Se considera un músico frustrado? 

-No lo creo. Soy, sobre todo, un coleccionista de discos. De pequeño empecé a aprender piano, como todos los niños, y lo dejé porque me aburría.

-Háblenos de la serie de televisión, Wilfred, que produce y protagoniza. Al parecer se acabará la próxima temporada.

-Es cierto. Es una suerte contar con esta cuarta temporada para atar cabos sueltos y cerrar la historia como se merece. Cuatro o cinco temporadas, además, está bien. Yo no veía más de cinco. Ninguna serie con más de cinco acaba bien.

-¿Nos puede decir cuáles son sus próximos proyectos?

-Tengo una productora, SpectreVision, que se dedicará al cine de terror y fantástico. Estamos acabando Cooties, con Rainn Wilson, sobre un extraño virus que afecta a niños prepúberes y los convierte en animales sanguinarios. Yo hago de un profesor sustituto en lucha contra ese ejército de niños zombi. También lanzaremos el wéstern sobre un pueblo iraní con vampiros A girl walks home alone at night.

 

-¿Piensa especializarse en el fantastique?

-Por algún extraño motivo, el cine de terror viene hacia mí. Y a mí no me molesta, sino todo lo contrario, porque es el universo que me interesa.