CHISTES INTEMPORALES

El humor gráfico de Miguel Gila, más actual que nunca

EL PERIÓDICO recupera algunas viñetas del genial humorista publicadas en los años 90 sobre temas que siguen vigentes hoy

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El humor de Miguel Gila sigue haciendo reír 15 años después de su muerte. El genial artista, al que todos recuerdan por sus monólogos con su inseparable teléfono, también era humorista gráfico. Sus viñetas sabían condensar en pocas palabras la carga de ironía y crítica social de su época. EL PERIÓDICO ha recuperado algunas de las viñetas de Gila que publicó durante la última etapa de la carrera del humorista, y en el que se observa cómo siguen siendo vigentes.

En el vídeo que acompaña esta noticia hay un pequeño recopilatorio de estas viñetas, que se publicaban diariamente en EL PERIÓDICO desde 1995 con el título 'Encuentros en la tercera edad'. Los diálogos de sus protagonistas, casi siempre personas de edad avanzada, hablan de la jubilación, la sanidad pública, la precariedad laboral y la violencia machista. Temas que siguen preocupando a los ciudadanos en pleno siglo XXI.

El humorista incluso vio venir la dependencia de los móviles, en aquel entonces muy rudimentarios. Su chiste de una pareja en la cama hablando sobre la cobertura del móvil puede ser revisado y actualizado si uno piensa en la búsqueda de redes 'wifi' de los usuarios de los actuales 'smartphones'.

FALLECIDO A LOS 82 AÑOS

Gila falleció en Barcelona el 13 de julio del 2001, a los 82 años, a causa de una parada cardiorrespiratoria, en la Clínica Teknon, adonde había sido ingresado por una grave enfermedad pulmonar. El humorista había nacido en Madrid el 12 de marzo de 1919. La guerra civil marcó su juventud: a los 17 años fue al frente, alistado en el Quinto Regimiento del Ejército republicano. Y finalizada la contienda, pasó dos años en la cárcel. Esta experiencia hizo que la guerra fuera también una constante de su humor: "A mí me fusilaron mal", decía.

Antes de hacerse popular por sus actuaciones en radio, televisión y teatro, el humorista empezó dibujando viñetas para la revista satírica 'La Codorniz', en 1942. En 1968, agobiado por el régimen franquista, se fue a vivir a Buenos Aires. Regresó a España en 1975, tras la muerte de Franco. Volvió a pasar un periodo de dos años en Argentina para regresar definitivamente a España en 1988.

Gila se ganó con creces el cariño del público, llenaba salas de fiesta y platós de televisión. Entre los reconocimientos que tuvo a lo largo de su carrera, destacan la Medalla de Oro al Mérito en el Trabajo (1995) y el Premio Gat Perich (1999).