Seguridad del ciberdinero
Qué son los bitcoins y cómo protegerlos
Los tokens o fichas encriptadas permiten el libre cambio de bienes, aunque tienen un uso mucho más limitado que el dinero tradicional y no son de curso legal
En medio del debate político sobre la independencia de Catalunya, muchos son los que han sugerido que, en caso de que Catalunya acabe teniendo una moneda propia, debería ser el bitcoin u otra criptomoneda o medio de intercambio digital.
■ ¿Qué es el bitcoin? 10 claves
Hipótesis aparte, y ahora que se ha divulgado que el Govern hizo uso de esta moneda encriptada para ocultar gastos del referéndumreferéndum, el rápido crecimiento de bitcoins, ethereum y otros emisores de criptomonedas hace que este sea un buen momento para considerar cuestiones relacionadas con su ciberseguridad y descubrir a qué se enfrentan los usuarios cuando transforman dinero tradicional en medios de intercambio digital.
"Las criptomonedas llevan muy poco tiempo entre nosotros, tan poco como para que tengamos que plantearnos si van a sustituir a las monedas de curso legal. Sin embargo, como apunta el director general para España y Portugal de la empresa Check Point, Mario García, "debido a que cada día es más común realizar pagos digitales con estas divisas, es de esperar que los ciberdelincuentes empiecen a atacar a los bitcoins o altcoins de los internautas".
Para comprender mejor los riesgos, como exponen desde la compañía de seguridad en un comunicado, es imprescindible entender cuáles son los elementos que constituyen una moneda digital y sus vulnerabilidades.
Por un lado, se encuentran los tokens o fichas, similares a las monedas, pero que en lugar de ser emitido por una autoridad local o nacional y permitir el libre cambio de bienes, tiene un uso mucho más limitado y no es de curso legal.
Como explican desde Check Point, todas las criptomonedas, como bitcoin, son tokens, representados por una cadena alfanumérica que puede ser una clave pública o privada. Hasta ahora, no ha habido informes de ciberamenazas que afecten a los tokens.
El almacén de un banco
Por otro lado, está Blockchain, un sistema que actúa como la cámara acorazada de un banco, almacenando tokens junto con un libro de registro de transacciones.
Blockchain es un sistema de software distribuido, lo que significa que tiene copias de su código y de sus datos en muchos terminales conectados entre sí a través de una red peer-to-peer. Los equipos utilizan un protocolo de consenso para confirmar los registros de transacciones verificadas y realizar nuevas operaciones.
Para robar tokens, o alterar la Blockchain, los ciberdelincuentes deberían comprometer muchos cientos o miles de ordenadores a la vez. Esta descentralización y cifrado hace que las criptomonedas sean resistentes a la manipulación.
Sin embargo, el punto débil de las criptomonedas es, como en gran parte de otros ciberataques, las personas. Como explican, de poco sirve que los tokens o el sistema Blockchain sean seguros si los usuarios no toman medidas básicas de protección.
Los ciberdelincuentes son conscientes de este punto débil, y por eso lanzan ataques de phishing -suplantación de identidad de una empresa o marca- y de ingeniería social, con el objetivo de que la víctima les dé sus claves.
"Las criptomonedas han demostrado tener sistemas de protección, como la Blockchain, más efectivos que los de los bancos tradicionales, pero esto no es excusa para dormirse en los laureles", advierte García.
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