JUGUETE CONECTADO

Una muñeca que habla, prohibida por el riesgo de espiar a niños en Alemania

Mi Amiga Cayla también se vende en España por unos 20 euros

La muñeca que habla Mi Amiga Cayla, en una juguetería de Londres.

La muñeca que habla Mi Amiga Cayla, en una juguetería de Londres. / periodico

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Los padres alemanes que han comprado la muñeca que habla Mi Amiga Cayla a sus hijos deberían destruirla. Así de contundente han sido las autoridades de Alemania respecto a este juguete, por considerarlo que puede ser pirateado para espiar a los niños y suponer un riesgo de seguridad, motivo por el cual también ha sido retirado de la venta.

Mi Amiga Cayla es un juguete fabricado por la compañía estadounidense Genesis Toys y se distribuye en Europa por el grupo Vivid Toy. También se vende en España, a un precio de unos 20 euros. Es una muñeca conectada de 46 centímetros, que se controla a distancia por un 'smartphone'. Los niños pueden hacer preguntas simples a la muñeca, que les responde y también les puede contar historias.

El escándalo estalló el pasado viernes, cuando la Agencia Federal de Redes prohibió la venta de la muñeca por el riesgo de que el juguete registre y transfiera las conversaciones entre el niño y otra persona, sin el conocimiento de los padres, e incluso que los menores sean espiados directamente por una empresa.

"Se trata de la protección de los más débiles de nuestra sociedad", declaró en un comunicado el presidente de la agencia, Jochen Homann. "Los objetos que disimulan cámaras y micrófonos, y que por tanto pueden transferir datos sin que uno se dé cuenta, ponen en peligro la vida privada de las personas. Eso vale también para los juguetes", añadió.

LA EMPRESA RECURRIRÁ ANTE LA JUSTICIA

El distribuidor de Cayla, que había guardado silencio desde el viernes, ha negado este lunes que se trate de un "dispositivo de espionaje" y han informado de que sus abogados recurrirán ante la justicia en contra de la prohibición a la venta.

Vivid ha dicho que se toma las alegaciones "muy seriamente", pero que no comparte la visión de que Cayla viola las leyes de espionaje de Alemania. "No es un dispositivo de espionaje y puede ser usado con seguridad en todos los supuestos según el manual de usuario", ha asegurado la compañía en un comunicado enviado a Reuters.

La asociación europea en defensa de los consumidores BEUC ya había alertado de los peligros de estos juguetes conectados en diciembre, y ha celebrado la decisión de las autoridades alemanas. "Otros países de la UE deberían seguir el ejemplo del regulador alemán y retirar este producto del mercado", afirma la asociación.

El investigador Stefan Hessel, que examinó la muñeca y alertó a la agencia, afirmó que los 'hackers' pueden usar un dispositivo inseguro de 'bluetooth' dentro del juguete para escuchar y hablar con el niño mientras juega.

"En una prueba, fui capad de piratear el juguete a través de varios muros. Tiene varios fallos de seguridad", dijo Hessel a la web Netzpolitik.org.