ACUAPONÍA: economía colaborativa y sostenible

Lo último en huertos urbanos: plantas sin tierra que ahorran un 90% de agua

Dos ingenieros implementan en Barcelona un sistema de producción sostenible entre vegetales y peces

Aquapioneers

Aquapioneers / periodico

GABRIEL UBIETO / BARCELONA

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Los huertos urbanos, en lugares con poco espacio y un ecosistema no siempre idóneo, se han puesto de moda. Para darle solución, se ha extendido una técnica de cultivo llamada <strong>acuaponía</strong>, un sistema sostenible a pequeña escala, perfecto para los entornos urbanos, que combina plantas y peces.

La acuaponía se basa en el concepto biológico conocido como <strong>mutulaismo</strong>, es decir, una relación entre dos especies de la que ambas se benefician. Pensando en esto, dos jóvenes ingenieros en colaboración con el Institut d'Arquitectura Avançada de Catalunya (IAAC), han creado un sistema que permite plantar un pequeño huerto sin necesidad de tierra. "Hemos de aprender a respetar y complementarnos con nuestro entorno, convirtiendo lo que para algunos es un residuo en un beneficio", explica Guillaume Teyssié, uno de los fundadores del proyecto, llamado ‘Aquapioneers’.

Para ello, junto a su compañero Loic Le Goueff, ha diseñado kits automontables de madera. Son como una especie de cajonera, en la que en la parte superior hay un lecho de piedras -de donde brotan los vegetales- y en la inferior, una pecera. Vasos comunicantes unen a peces y plantas. Los desechos de los animales se aprovechan para abonar a los vegetales. A su vez, las plantas depuran el agua de sus vecinos de abajo, retroalimentando un ciclo de vida compartido del que el humano puede ir recogiendo sus frutos y ahorrando un 90% de agua, en comparación con un huerto tradicional.

'Aquapioneers' ha lanzado una campaña de crowdfunding para conseguir los 15.000 euros necesarios para sacar adelante el proyecto. En dos semanas llevan ya más de 9.000 y, si llegan a los 20.000 euros, podrán desarrollar el mismo kit, pero con un sistema de inteligencia artificial que monitorizara las necesidades del ecosistema.

Con este proyecto quieren hacer pedagogía de la importancia y necesidad de una economía colaborativa y sostenible. "El modelo del actual Ayuntamiento [de Barcelona] ha sido uno de los motivos por los que hacemos esto en Barcelona", afirma Teyssié. Recientemente han firmado un convenio de colaboración con la escuela La Sagrera, para niños con necesidades educativas especiales, para impartir talleres y enseñar a los más pequeños que, juntos y colaborando, vivimos mejor.