EN EL REINO UNIDO

Despedida por negarse a ir al trabajo con tacones

Más de 130.000 británicos firman para cambiar la ley que permite a las empresas obligar a sus empleadas a llevar zapatos altos

Tres mujeres, con tacones altos.

Tres mujeres, con tacones altos. / periodico

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Nicola Thorp, de 27 años, contratada como recepcionista para un empleo temporal en la empresa PwC en Londres, fue despedida al negarse a llevar tacones al trabajo. En su primer día de trabajo, el pasado diciembre, Thorp se presentó con zapatos planos. Su superior le indicó entonces que debía llevar zapatos altos. Cuando ella se negó, argumentando que era una medida discriminatoria hacia las mujeres, la empresa la despidió. El caso ha trascendido ahora después de que la joven impulsara una campaña para recoger firmas y reclamar al Parlamento británico que revise la ley que autoriza a las empresas a reclamar a sus empleadas que lleven tacones para ir a trabajar. Desde que lanzara la campaña, este pasado martes, Thorpe ha recogido más de 133.000 firmas.

La campaña ha superado las 100.000 firmas necesarias para que el Parlamento acepte iniciar un debate sobre el asunto. Thorpe decidió iniciar la campaña esta semana para denunciar que "la normativa de vestuario de las empresas está pasada de moda y es sexista".

"Obligando a las mujeres a llevar tacones estás favoreciendo a los hombres porque el calzado (plano) que ellos llevan no afecta su postura ni su capacidad de movimiento. No les crea problemas de salud a largo plazo", ha argumentado Thorpe en declaraciones a medios británicos como la BBC o 'The Guardian', que han recogido su reclamación.

La joven recepcionista explica que le ofrecieron dinero para salir y comprarse unos zapatos de tacón alto pero se negó. Argumentó que no se veía capaz de pasar toda la jornada laboral en tacones y apuntó que a un hombre no se le haría esa reclamación. Asegura que su superior se le rió en la cara. Portico, la empresa de empleo temporal que gestionó el contrato, ha explicado a la BBC que Thorp firmó y aceptó las normas de vestuario.

En su campaña de recogida de firmas, Thorp apunta "todavía es legal en el Reino Unido que una empresa pueda requerir a sus trabajadoras llevar tacones en contra de su voluntad. Los códigos de vestuario deberían cambiarse para que las mujeres tengan la opción de llevar zapatos planos al trabajo si así lo desean".

En España existe un precedente judicial en este ámbito. El pasado julio, el Tribunal Superior de Justicia de Madrid declaró "discriminatorio" obligar a las trabajadoras a llevar zapatos de tacón y anuló la sanción de seis meses de suspensión de empleo y sueldo a una guía de Patrimonio Nacional que se negó a ponerse el uniforme y llevar zapatos altos.

El uso de tacones "es innecesario y no solo no aporta ningún beneficio ni ventaja, sino que, por el contrario, puede perjudicar la salud de las trabajadoras", añadía la sentencia.