NUEVO HORIZONTE DEL PUERTO DE BCN

Cuando el tamaño (del yate) sí que importa

Barcelona asiste al duelo en el mar de los magnates Alisher Usmánov y Roman Abramóvich

yates anclados en el Port Vell

yates anclados en el Port Vell / periodico

IOSU DE LA TORRE / BARCELONA

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En la llegada de este mayo con cara de agosto, los habituales del puerto de Barcelona se están acostumbrando a contemplar las entradas y salidas de esos megayates que han hibernado mecidos por el oleaje que bailotea entre el Port Vell, el Maremàgnum y el Oneocean Club. Embarcaciones de lujo de nombres curiosos: 'Dilbar', 'Eclipse', 'Pelorus', 'Apple'. Por sus yates les conoceréis.

Alisher Usmánov eligió Barcelona para que su 'Dilbar' fondease en invierno. El gigante del mar es un símbolo de la enorme fortuna del magnate ruso. Su presencia certifica que la zona se ha convertido en un puerto para ricos, muy ricos, riquísimos.

EL MÁS CARO DEL MUNDO

La tarjeta del 'Dilbar' es tremenda, como su propietario: tasado en 545 millones de euros; tiene 156 metros de eslora, 23 de ancho y 30 de altura; a bordo, 80 tripulantes. Es el yate más caro del mundo y figura en el podio como el de mayor tonelaje y el segundo por longitud.

El multimillonario ruso, de origen uzbeko, hizo su fortuna en la industria metalúrgica. Además acertó al invertir en el mundo de las telecomunicaciones. En su currículo destaca también ser propietario de un paquete de acciones del Arsenal, el club de fútbol londinense rival del Chelsea, en manos del magnate ruso del petróleo Roman Abramóvich.

Entre Usmánov y Abramóvich existe una rivalidad que también se refleja en el tamaño de sus propiedades. Ahora mismo,  Usmánov no la tiene más grande gracias al 'Dilbar', pero casi. Ni tampoco en virtud de la temporada del Arsenal. El club conquistó el sábado la 'coup'  ante el Chelsea (2-1), un trofeo menor frente a la Premier conquistada por los de Abramóvich.

El juego de palabras con los atributos es fácil y continúa al averiguar que el yate de Abramóvich es el primero del ránking mundial y que fue botado con el nombre de 'Eclipse'. Usmánov, eclipsado (pronúnciese como el imitador de Josep Pedrerol en 'Crakòvia'). 

BILLONARIOS

La rivalidad del uzbeko y el ruso también puede medirse con el volumen de sus respectivas fortunas: 14,000 millones Usmánov, 9.000, Abramóvich, según certificó la revista 'Forbes'.

El 'Eclipse', como el 'Dilbar', ha dormido en las aguas de un puerto de Barcelona que lleva camino de formar parte del triángulo de los más selectos del Mediterráneo: Porto Cervo (Cerdeña), Montecarlo y Antibes (Costa Azul, Francia), donde hasta ahora han servido como escaparate de la rivalidad a la hora escoger destino para broncearse y estar alejadísimmos del turismo de masas que desborda las costas. 

Curiosamente, el 'Dilbar' de Usmánov no puede descansar en la dársena de Cerdeña por lo exagerado de sus dimensiones. El tamaño (del yate) sí que importa. A peso de la fama, la balanza se inclina por Abramóvich. La familia Messi y personajes de Hollywood han disfrutado del 'Eclipse' y del museo que posee en Moscú.

En un aspecto sí que supera Usmánov al dueño del Chelsea: en el de la filantropía. Al menos así quedó registrado cuando hace tres años ganó la subasta por la medalla de un premio Nobel de 1962 para devolvérsela. El magnate pagó 3,8 millones de euros por el galardón