EN ESLOVAQUIA

El apasionado abrazo de dos leonas agradecidas

Una pareja de felinas demuestran su amor por la cuidadora que las rescató con achuchones y arañazos

Leonas del parque eslovaco Malkia

Leonas del parque eslovaco Malkia / periodico

El Periódico / Barcelona

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A lo largo de nuestra vida nos topamos con una serie de barreras que no podemos cruzar, dadas nuestras limitaciones biológicas o de otra índole. Por eso decimos, crédulamente, que el amor puede con todo. El acontecimiento sucedido el pasado mes de abril en el parque Malkia (Eslovaquia) da fe de ello. 

A través de la redes sociales se ha viralizado un vídeo de la cuenta de Instagram de este parque donde dos leonas muestran una anormal efusividad al entrar en contacto con Michaela, una de sus cuidadoras. Se trata de gratitud: gratitud manifestada mediante el amor por quien las ha alimentado y dado cobijo, tras hallarlas en estado de vulnerabilidad. "Malkia [una de las leonas que lleva el nombre del refugio] fue el primer animal rescatado. Michaela me ayudó desde el principio, por eso las conoce y la reconocen al verla", cuenta uno de los cuidadores del recinto eslovaco. 

En las imágenes que aparecen en Instagram, la pareja de leonas se abalanzan encima de su cuidadora al verla y la abrazan bruscamente. Es tal el afecto que tienen las felinas hacia Michaela que Malkia acaba arañándole la espalda y desgarrándole la blusa

La sorprendente reacción de las dos hembras ante seres humanos desobedece los principios de la naturaleza de todo animal salvaje. De ahí que los cuidadores reconozcan la especial singularidad en el comportamiento de estas leonas: "Solo hay tres personas tan cercanas a ellos y los abrazos no se producen todos los días, solo cuando están de buen humor. Nunca los forzamos a hacer nada, y Malkia da unos abrazos increíbles desde que era una cachorra". 

Bulo en internet

El alud de visualizaciones que ha generado este tierno hecho ha girado alrededor de una mentira: el reencuentro de una mujer suiza con dos leones después de adoptarlos y donarlos a un zoo hace siete años, cuando eran unos cachorros. "No me importa que la gente mande el vídeo, pero sí que se inventen bulos que nada tienen que ver con lo sucedido", constata uno de los dueños del parque Malkia.