Josep Maria Terricabras: "Si hay más participación, la UE se fijará en Catalunya"

Filósofo, catedrático, columnista y ahora candidato. Josep Maria Terricabras (Calella, 1946) encabezará la lista de Esquerra a las elecciones europeas. Independentista e independiente, Terricabras rompe el cliché del político tradicional.

-Artur Mas aprovechó la presentación de la lista de CiU para referirse, sin nombrarle, a su falta de experiencia política. ¿Le ofende?

-Nada de lo que pueda decir el president Mas me molestará. No tengo experiencia política como político profesional, pero sí tengo experiencia política como ciudadano comprometido con la política. Y esto también tiene su importancia. Desde hace muchos años me muevo en el terreno social y, además, tengo una experiencia internacional porque soy miembro del PEN Internacional, la gran asociación mundial de escritores, con más de 100 países, que tiene cuatro comisiones importantes, una de las cuales presido.

-¿De qué le servirá ser filósofo en Bruselas cuando de lo que más se habla allí es de economía?

-Sí, de economía y de muchas otras cosas. Se habla de derechos humanos, de inmigración y de democracia en el sentido de dar mayor transparencia a las instituciones. Las reflexiones que haya podido hacer estos años sobre pensamiento social y político e, incluso, el sentido del orden que te da haber estudiado filosofía me puede ayudar. O, al menos, es lo que debían pensar los que me han venido a buscar para ir en la lista.

-¿Y qué puede aportar el hecho de que usted sea un independiente?

-Frescor y novedad. Y demuestra la generosidad de este grupo. Tenga en cuenta que ERC hizo presidente a una persona que hacía seis meses que estaba en el partido [Oriol Junqueras], han enviado a Madrid a Alfred Bosch, que es un independiente, y a mí me proponen ir a Bruselas. Esto indica que no hay los típicos codazos y es un síntoma de salud democrática. Lo que pasa es que no tienen que hacerlo siempre.

-Se ha comentado que si al final no ha habido una lista conjunta entre ERC y CiU, es porque usted se negó. ¿Es verdad?

-No, es totalmente falso.

-Pero sabe que este es un rumor que existe.

-Sí, y me extrañó porque no sé en qué se basaba. Primero, yo no tenía por qué opinar. Soy un independiente al que se le ha pedido que encabece la lista. Pero es obvio que las negociaciones para hacer alguna cosa conjunta las llevan los partidos. Y segundo, nunca nadie de ERC me planteó qué me parecía. Yo seguía las negociaciones y estaba informado, pero no he tenido nada que ver en la decisión. Y pienso que no es una decisión tan horrorosa porque hay estudios demoscópicos, alguno publicado en este diario, donde no era obvio que ir juntos diese más rédito.

-También se ha especulado con que ERC prefiere no llegar primera en estas elecciones para que Mas no afloje en su apuesta soberanista.

-Yo soy una persona que he hecho muchas oposiciones y siempre he sacado el número uno. Es muy feo decirlo, lo sé, pero es un hecho. Vamos, que me haría ilusión ganar las elecciones, pero que si no es así, tampoco pasará nada. En ese caso, ni yo ni ERC nos tendríamos porqué desinflar. Seguro que el president Mas tampoco aflojaría y pensar eso sería tener al president en muy baja consideración. Y no es mi caso.

-En alguna ocasión ha comentado que no quiere que en la campaña se hable solamente de la consulta. Pero a ERC sí le conviene, ¿no?

-Con franqueza, más que lo que le convenga a ERC, lo importante es lo que quiere el pueblo de Catalunya. Desengañémonos, estas son unas elecciones europeas a la sombra del 9 de noviembre. Lo quieran o no los partidos. Tenemos que decirle a Europa que nos interesa y que otra Europa nos interesa.

-¿Una buena participación haría que la UE se fijase en Catalunya?

-Seguro. Me preocupa mucho la abstención.

-¿De haber tenido responsabilidades de gobierno hubiese cumplido con el límite de déficit impuesto que impone Bruselas? 

-La verdad es que me parece fatal porque la austeridad impuesta ha provocado falta de inversión pública, más paro y, al final, la imposibilidad de devolver la deuda cuando todo eso se había hecho para devolverla. Pero, para serle franco, como no sé en qué situación estaban las cuentas, no sé que habría hecho.

-Existen plataformas o movimientos, como la CUP, que abogan por no pagar la deuda.

-Cuando eres un Estado y recaudas tú el dinero sí puedes hacer combinaciones. Pero cuando el dinero que recibes tiene carácter finalista y es para pagar escuelas, médicos, mossos... sospecho que el margen de maniobra del que lo gestiona debe ser muy limitado. Como idea, estoy de acuerdo con la CUP en que se tendría que evitar el tener que pagarlo, pero la pregunta es: ¿se podía?

-¿Cuánta gente le ha dicho: 'Terri, por qué te metes ahora en este lío'?

-Mi vida ahora era cómoda, pero cuando me lo plantearon pensé que si los que lo hacían pensaban que yo podía prestar algún pequeño servicio al país, tenía que hacerlo. Y no quisiera haber tenido después remordimientos por no haber aceptado ahora. H