"A mí también me la pidió Ramos"

Carles Ricart, de 15 años, juega en los juveniles del Europa, pero el martes pasado estaba en el césped del estadio Mahmut Atlantique de Burdeos. Allí jugó España contra CroaciaEspañaCroacia, un partido que se recordará siempre por el fallo del penalti de Sergio Ramos, que le pidió el balón a Cesc en busca de la gloria.

A Carles también le pidió el esférico el central del Madrid. El joven barcelonés disfrutó junto a otros 11 chicos de una experiencia inolvidable como recogepelotas, el premio de un concurso de mensajes para viajar a la Eurocopa.

MATARÓ, CASTELLBISBAL, GIRONA...

Una docena de chavales entre 13 y 18 años de varias zonas de España fueron los agraciados de una iniciativa que contó con cerca de 1.400 solicitudes. Cinco chicos de Madrid y uno de Barcelona, Mataró, Castellbisbal, Girona, Zaragoza, Cuenca y Huesca disfrutaron de dos días estelares en París y Burdeos.

Había también dos chicas entre las premiadas, pero una se rompió el brazo y la tuvieron que operar, y la otra renunció al coincidirle finalmente con un viaje de estudios. Con los galardonados viajaron Laura Sagaste y Reyes Arcas, responsables de Marketing de tiendas Adidas.

"Fue una pasada, lo pasamos muy bien y estuvimos muy a gusto", cuenta Carles, el barcelonés del grupo. Él se ubicó en una esquina en el lado de la afición española. Tuvo a Jordi Alba a menos de medio metro, pero solo un internacional de ‘la Roja’ le pidió directamente el balón. "Ramos, a mí también me la pidió Ramos", recuerda el jugador del juvenil D del Europa. Srna, el capitán croata, fue el otro futbolista con quien tuvo un contacto directo. 

"Nos pidieron que no gritáramos ni distrayéramos. Nadie consiguió una camiseta, todos fuimos a pedírsela al que teníamos más cerca, pero no pudo ser. No ayudó que perdieran" (Carles Ricart)

Cuando se tiene tan cerca a los ídolos que se ven habitualmente por televisión deben pasar por la cabeza muchas cosas, con las lógicas ganas de animarles o hablar con ellos. Pero había consignas. "Nos pidieron que no gritáramos ni distrajéramos", explica Carles. "Fue la mejor experiencia de mi vida. Lástima que fuera tan cortito".

¿Y algún recuerdo especial? "Nadie consiguió una camiseta, todos fuimos a pedírsela al que teníamos más cerca, en mi caso Ramos y Juanfran. Les grité al final del partido pero no pudo ser, No ayudó que perdieran". Cuando sus padres le dijeron que había sido premiado con ese viaje pensaba que era una broma, pero era cierto. Fue a comprarse unas botas de fútbol y acabó pisando el mismo césped que la campeona de Europa.

'IMPOSIBLE IS NOTHING'

Carles respondió a la pregunta del motivo por el que merecía el premio contestando "porque me encanta España y el fútbol". Jonathan Sánchez, de Mataró, también se lo pasó en grande. Su texto ('Imposible is nothing') ya hacía presagiar algo bueno.

Caló en el jurado y acabó en París, donde llegó la expedición en avión el pasado lunes. Allí vieron en acción a dos 'freestylers' del fútbol, participaron en varias actividades con grafitis, concursos de toques, se fotografiaron junto a la Torre Eiffel... Durmieron en la capital francesa y el martes llegó el traslado en tren a Burdeos para ver a España.

Sagaste acompañó en todo momento a los chicos. "Todos hicieron el viaje solos, se lo pasaron en grande. Estaban flipados, con sus ídolos a un metro, fotos en los banquillos, en el campo… La experiencia fue maravillosa y los padres se quedaron luego alucinados", explica la joven aragonesa.

"Los chicos estaban flipados y sus padres quedaron luego alucinados. Hubo una gran piña y compañerismo" (Laura Sagaste, de márketing Adidas)

La marca deportiva también les regaló cuatro conjuntos completos y un balón del campeonato con sus nombres grabados y la efeméride del partido. "Vivimos el ambiente del torneo en el cogollo de su sede principal, hubo una gran piña y compañerismo". El viaje duró solo dos días, pero todos se dieron sus cuentas en las redes sociales para seguir en contacto. La Eurocopa les unió.