García Bragado: «Es muy fuerte igualar los siete Juegos de Ottey»

Se quedará lejos de los 10 Juegos Olímpicos en los que ha participado el jinete canadiense Ian Millar, pero en Río será el atleta masculino con más presencias olímpicas (7), igualará a Merlene Ottey en el total del atletismo y se situará como el deportista español más veces olímpico, por delante del waterpolista Manel Estiarte y el jinete Luis Álvarez Cervera (6). Todo ello, a sus 46 años y tras 25 de alta competición. Nació en 1969, cuando el hombre pisó la Luna, y cuando ganó en el Mundial de Stuttgart-93 la primera de sus seis medallas, algunos de los rivales que tendrá en los 50 kilómetros marcha de Río todavía no habían nacido. Los recuerdos y las emociones se le acumulan a Jesús Ángel Chusoen vísperas de, presuntamente, su último gran campeonato.

-¿No le parece espectacular eso de estar en sus séptimos Juegos? Sí, es muy fuerte, aunque a decir verdad hasta el año pasado no me había parado a pensar en ello. Cuando me lo dijeron, me sorprendí mucho. Pero tiene mérito igualar, por ejemplo, a Merlene Ottey, que a los 48 años estuvo a punto de clasificarse para un Mundial en velocidad, cualidad que se pierde con la edad.

-Y usted supera en España a Álvarez Cervera y Estiarte... Sí. Me hubiera gustado hablar más con Manel de estas sensaciones. En su caso, con la dureza del waterpolo y de algún entrenador sanguinario que tuvo, creo que acabó saturado de la piscina. Yo no, yo voy a seguir entrenando aunque me retire de la alta competición. También me gustaría seguir su camino, cuando fue miembro del COI como representante de los atletas, pero no se ha hablado aún de ello. Me ha llegado también, como un macutazo, que podría ser el abanderado en la ceremonia de clausura en Río, pero ya se verá.

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-¿Cómo recuerda sus seis Juegos Olímpicos anteriores? Haber vivido Barcelona-92, con la ilusión que tenía a mis 22 años, fue una experiencia espectacular, y se demostró entonces que si todos empujamos del mismo lado podemos hacer las cosas muy bien. Fui décimo. Atlanta-96 fue horrible. Se comía mal, el tiempo era extremo y yo tenía entonces un carácter muy impetuoso y enfrentamientos federativos que no me aportaron nada. No supe gestionar la carrera, salí demasiado fuerte y tuve que abandonar por los calambres. De Sídney 2000 esperaba más. Fui víctima del sobreentrenamiento y afronté la carrera sin un enfoque adecuado. Fui 12º.

-Quedan tres más... En Atenas 2004 estaba para medalla, y ahí ya utilicé el método Bragado, de atrás hacia adelante y recogiendo cadáveres, que no me ha dado mal resultado desde entonces. Acabé quinto y muy enfadado porque estaba entero y me vi muy cerca de las medallas. En Pekín 2008, con 38 años y la cadera tocada, hice una carrera desde muy atrás. Iba el 30 y pico, pero empezó a hacer mucho calor y el hombre del mazo le dio a muchos. Pero al llegar al cuarto puesto, el tercero ya me llevaba un kilómetro. Y en Londres 2012 fui 17º. Tenía un pinzamiento en una vértebra lumbar que me limitó mucho. A partir de los 40 años, el cuerpo te manda señales que tienes que atender.

-¿Y qué espera de Río, el próximo 19 de agosto a las 13.30 horas? Mejorar el 17º puesto de Londres y poder despedirme con un diploma olímpico [ocho primeros] sería lo mejor, pero nadie me exige nada. Me pongo más exigencia yo que los demás. Serán los primeros Juegos en Sudamérica y en un clima casi tropical. Sabemos que hay mucha humedad, más que donde me entreno habitualmente, aquí en el Besòs [García Bragado es concejal en Sant Adrià de Besòs por el PP], y la humedad es un enemigo silencioso en pruebas de resistencia porque el calor cuesta más de disipar que en un sitio seco.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Jes\u00fas A. Garc\u00eda Bragado","position":"marchador","text":"En R\u00edo la exigencia me la pongo yo. Mejorar el 17\u00ba puesto de Londres 2012 y despedirme con un diploma ol\u00edmpico ser\u00eda lo mejor\""}}-A usted solo le falta una medalla olímpica, pero en el 2004 y el 2008 quedó por detrás de varios marchadores de Rusia, país ahora puesto en cuestión por el dopaje. ¿Le parecería de justicia acceder a alguna de estas medallas? Es un tema complicado, porque hablar de dopaje es meterse siempre en un zarzal. Pero está claro que, al final, lo que está en juego es la credibilidad del deporte. En el caso de Rusia, se está demostrando que era el propio sistema en que se encargaba de proteger a los deportistas para conseguir resultados. Para los que estamos contra el dopaje, es una buena noticia porque se demuestra que los atajos no llevan a ninguna parte.

-Y usted podría recuperar al menos la medalla de Pekín 2008. Aquel año empezaron en serio con el control del pasaporte biológico. En Pekín, y también en Atenas, cuatro años antes, tuve por delante atletas que luego fueron sancionados por dopaje de EPO. Yo al menos tengo la victoria moral de poder haber estado en un podio olímpico, pero el tiempo dirá si finalmente los dioses me conceden una medalla o no.

{"zeta-legacy-phrase":{"name":"Jes\u00fas\u00a0A. Garc\u00eda Bragado","position":"MARCHADOR","text":"Espero no tener que preparar otros 50 km marcha para el Mundial de Londres del a\u00f1o que viene. Mi idea es pasar a la reserva\""}}-¿Realmente este será su último gran campeonato? Dijo alguna vez que para usted era más fácil seguir un año más que retirarse... Así es, porque tengo el hábito de preparar cada año el campeonato de cada verano. Pero espero no verme en la tesitura de tener que preparar otros 50 kilómetros marcha para el Mundial de Londres del año que viene. Mi idea es pasar a la reserva, aunque por salud seguiré mi rutina normal de entrenamientos. Me siento atleta y disfruto haciendo lo que hago.

-¿Es normal que a sus 46 años aún no haya surgido un sucesor español en marcha atlética? No, pero lo cierto es que en mi prueba, y en otras muchas, no se ha preparado un relevo. Yo no he hecho de tapón de nadie, y ahora se empiezan a ver otras caras que pueden cubrir los 50 km con solvencia, como Álvaro Martín y Miguel Ángel López, que doblará en Río con el 20.

-¿Tan mal lo ha hecho el sempiterno presidente Odriozola? Tuvo una etapa buena y otra mala. La mala se resume en que le han sobrado ocho años. En el 2008 tendría que haberse echado a un lado y dejar paso a otros con esas ideas más modernas que el atletismo necesita.