Educación

Las guarderías dan cobertura al 60% de la demanda en Esplugues

Un estudio de la Fundació Bofill reclama más políticas para los 0-3 años y que la Generalitat las coordine y financie mejor

ACN / ESPLUGUES

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La cobertura de las guarderías en Catalunya ha aumentado en los últimos 15 años, pasando del 31% de los niños de 0 a 3 años escolarizados en el curso 1998-1999, al 44$ en el curso 2014-2015, e incluso al 60% en poblaciones como Esplugues o Sant Cugat.

Esto se ha conseguido por la reducción de la natalidad y la inmigración desde el 2011 y la apertura de numerosas escuelas municipales, pasando de 327 a 925. En cambio, las privadas han pasado de 619 a 544 en el mismo período, con 4.000 plazas menos.

No obstante, todavía hay importantes desigualdades municipales y, mientras en municipios pequeños y medianos hay más oferta que demanda, en las grandes ciudades falta plazas, pero, además, las localidades de renta baja son las que tienen menos oferta, con diferencias que van del 60 al 20% de niños escolarizados.

Se han realizado pocos estudios sobre la oferta, la demanda y las condiciones de escolarización de los niños de 0 a 3 años, escolarización que no es obligatoria y sobre la cual la Generalitat tiene competencias exclusivas.

Aún el impulso legislativo de 2004, el Gobierno no ha creado ninguna guardería propia desde 1998. De hecho, ahora tiene menos de las 43 iniciales. Tampoco ha creado una estructura administrativa para dirigir o coordinar los proyectos educativos de las guarderías, cosa que si hace en la educación obligatoria.

Para suplir esta falta de información sobre la cuestión, la Fundació Jaume Bofill ha encargado un estudio a Jaume Blasco. Este investigador ha llegado a la conclusión que la guardería es casi la única política pública para niños de menos de 3 años, y que el 56% que no van a la guardería no reciben ningún otro soporte.

De hecho, a parte de las escuelas, solo hay algunas deducciones fiscales para familias numerosas, monoparentales o con discapacitados, los permisos de paternidad o maternidad, reducciones de jornada laboral y pequeños subsidios.

RECORTE DE LA INVERSIÓN DE LA GENERALITAT

Así mismo, recuerda que la Generalitat ha recortado a la mitad las aportaciones a las guarderías durante la crisis, pasando de 147 millones de euros en 2009 a 71,5 en 2013, mientas que los Ayuntamientos, las Diputaciones y las familias han asumido el resto del coste. Los padres deben pagar un 10% más de cuota de media, y un 21% más de comedor.  El Gobierno ha pasado de pagar 1.800 euros por niño a 875, y reduce de 8,8 a 3 millones las subvenciones a las escuelas privadas.

La tasa de ocupación de las guarderías privadas ha bajado del 92% al 82% y en las públicas se ha mantenido estable en el 90%. Pero en las ciudades de más de 20.000 habitantes hay más demanda que oferta.

Así, en ciudades como Esplugues o Sant Cugat, la cobertura ronda el 60%, aunque esta segunda es la que tiene más cobertura por parte de centros privados, un 42%. En cambio, localidades como Figueres, Blanes, Badalona, Rubí o Santa Coloma de Gramenet están por debajo del 30%. La ciudad de Barcelona tiene una cobertura del 52%, con una proporción similar de centros públicos y privados.

Blasco explica que para los niños no escolarizados hay pocas alternativas y pasan por la familia, los canguros, espacios familiares, grupos de crianza compartida o ludotecas. Estos servicios están muy poco o nada regularizados y, según Blasco, se debería poder inspeccionar por parte de la Administración para dar garantías a las familias.

Estas alternativas surgen por la imposibilidad de pagar o acceder a una guardería o por la voluntad de buscar una crianza alternativa para los niños, que se ajuste más a la idea educativa de los padres o a sus necesidades de conciliación laboral, ya que los horarios de las guarderías son muy rígidos.

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